Entonces Ajimaz hijo de Sadoc le dijo a Joab: ―Correré a llevarle la buena noticia al rey David, de que el Señor lo ha salvado de su enemigo Absalón.
2 Samuel 22:48 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Bendito sea Dios, pues destruye a todos los que se me oponen y me libra de mis enemigos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; Biblia Nueva Traducción Viviente Él es el Dios que da su merecido a los que me dañan; él derriba a las naciones y las pone bajo mi control, Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Oh Dios, me concedes el desquite,
y colocas los pueblos a mis pies! La Biblia Textual 3a Edicion El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; Biblia Serafín de Ausejo 1975 el Dios que me concede la venganza, y somete los pueblos a mi yugo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Es Dios quien por mí hace venganza, y quien sujeta los pueblos debajo de mí; |
Entonces Ajimaz hijo de Sadoc le dijo a Joab: ―Correré a llevarle la buena noticia al rey David, de que el Señor lo ha salvado de su enemigo Absalón.
En eso llegó el soldado de Cus y dijo: ―¡Tengo buenas noticias para mi señor el rey! Hoy el Señor lo ha librado de todos lo que se rebelaban contra usted.
Al llegar a Hebrón, se la entregaron a David, al tiempo que le decían: ―¡Mire, mi rey! Esta es la cabeza de Isboset, el hijo de su enemigo Saúl, el que trató de matarlo. Hoy el Señor le ha dado la venganza sobre el rey Saúl y toda su familia.
Así dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que humille a tus enemigos poniéndolos por estrado de tus pies.
Él es mi amoroso aliado y mi fortaleza, mi torre de seguridad y mi libertador, mi escudo y mi refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies.
porque Cristo tiene que reinar hasta derrotar a sus enemigos y ponerlos bajo sus pies.
Mía es la venganza y la retribución, porque a su tiempo su pie resbalará. El día de la condenación de sus enemigos está cerca; es segura e inminente”.
Que el Señor juzgue entre nosotros. Quizás te castigará por lo que estás tratando de hacerme, pero yo jamás te haré daño alguno.
Cuando el Señor haya cumplido todas las promesas que te ha hecho y te haya investido rey de Israel,
Cuando David oyó que Nabal había muerto, dijo: «Alabado sea el Señor, porque ha pagado a Nabal por su insulto y ha impedido que yo lo haga por mí mismo. Ya ha recibido su castigo por sus pecados». David no perdió tiempo y envió mensajeros a Abigaíl pidiéndole que fuera su esposa.