Abisay y Joab, junto con los mejores guerreros y con los quereteos, los peleteos y la guardia personal del rey, salieron de Jerusalén en persecución de Sabá.
2 Samuel 20:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Joab era el jefe del ejército de Israel, mientras que Benaías hijo de Joyadá estaba a cargo de los quereteos y los peleteos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así quedó Joab sobre todo el ejército de Israel, y Benaía hijo de Joiada sobre los cereteos y peleteos, Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, Joab era el comandante del ejército de Israel; Benaía, hijo de Joiada, era el capitán de la guardia personal del rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Joab fue el comandante en jefe de todo el ejército de Israel, Benaías, hijo de Yoyada, mandaba los peleteos y quereteos. La Biblia Textual 3a Edicion Joab estaba sobre todo el ejército de Israel, y Benaía ben Joiada estaba al mando de los cereteos y los peleteos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Joab estaba al frente de todo el ejército de Israel. Benaías, hijo de Joadá, era jefe de los quereteos y los peleteos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así quedó Joab sobre todo el ejército de Israel; y Benaía, hijo de Joiada, sobre los cereteos y peleteos; |
Abisay y Joab, junto con los mejores guerreros y con los quereteos, los peleteos y la guardia personal del rey, salieron de Jerusalén en persecución de Sabá.
También estaba Benaías hijo de Joyadá, soldado heroico de Cabsel. Benaías mató a dos gigantes, hijos de Ariel de Moab. En otra oportunidad descendió a un foso y, a pesar de que había nieve, luchó con un león que estaba allí y lo mató.
Un día convenció al general Joab hijo de Sarvia, y al sacerdote Abiatar de que lo apoyaran en su pretensión de ser rey, y ellos estuvieron de acuerdo en ayudarle a apoderarse del reino.
Sin embargo, no logró conseguir el apoyo del sacerdote Sadoc, ni de Benaías hijo de Joyadá, ni del profeta Natán, ni de Simí, ni de Reguí, ni de la guardia personal del rey David, pues todos ellos eran muy leales al rey.
En el séptimo año de Atalía, el sacerdote Joyadá mandó a llamar a los jefes de la guardia del palacio y a la escolta real. Se reunió con ellos en el templo del Señor, y luego de hacerles prometer que guardarían el secreto, les mostró al hijo del rey.