el centinela vio a otro que corría hacia ellos. Entonces gritó: ―¡Viene otro hombre detrás! Y el rey respondió: ―Ese también debe traer buenas noticias.
2 Samuel 18:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El centinela dijo: ―El primer hombre parece ser Ajimaz hijo de Sadoc. ―Es un hombre de bien y ha de venir con buenas noticias —dijo el rey. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el atalaya volvió a decir: Me parece el correr del primero como el correr de Ahimaas hijo de Sadoc. Y respondió el rey: Ese es hombre de bien, y viene con buenas nuevas. Biblia Nueva Traducción Viviente —El primer hombre corre como Ahimaas, hijo de Sadoc —dijo el centinela. —Él es un buen hombre y trae buenas noticias —respondió el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) El centinela replicó: 'Reconozco al primero por su manera de correr: es Ajimaas, hijo de Sadoc'. El rey dijo: 'Es un hombre valioso, seguramente trae una buena noticia'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el atalaya dijo: Me parece que el correr del primero es como el correr de Ahimaas ben Sadoc. Y dijo el rey: ¡Ése es buen hombre y trae buenas nuevas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y añadió el centinela: 'Me parece por el modo de correr que el primero se asemeja al de Ajimás, hijo de Sadoq'. Dijo el rey: 'Éste es un hombre de bien, y seguro que trae buenas noticias'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el atalaya volvió a decir: Me parece el correr del primero como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc. Y el rey dijo: Él es un hombre de bien y viene con buenas nuevas. |
el centinela vio a otro que corría hacia ellos. Entonces gritó: ―¡Viene otro hombre detrás! Y el rey respondió: ―Ese también debe traer buenas noticias.
Y mientras aún hablaba, Jonatán, el hijo del sacerdote Abiatar, llegó corriendo. ―¡Pasa! —le dijo Adonías—. Tú eres un buen hombre, y debes tener buenas noticias.
―¡Este tampoco regresa! —exclamó el guardia—. Debe ser Jehú, porque conduce velozmente el carro.
El mensajero fiel es como refrescante nieve en medio del calor del verano, le da nuevos ánimos a su amo.
Las buenas noticias de tierras lejanas son como agua fría para la garganta sedienta.
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies de quienes traen la feliz noticia de paz y salvación, la nueva de que el Dios de Israel reina!
¿Y quién puede ir a hablarles si no lo envía nadie? De esto hablan las Escrituras cuando se expresan así: «¡Qué hermosos son los pies de los que proclaman las buenas noticias!».