Por tanto, de aquí en adelante, el asesinato será una amenaza constante en tu familia, porque me has insultado al tomar la esposa de Urías.
2 Samuel 18:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―¡Basta de decir necedades! —dijo Joab. Enseguida tomó tres dardos y los clavó en el corazón de Absalón, que aún colgaba vivo de la encina. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina. Biblia Nueva Traducción Viviente —Basta ya de esta tontería —dijo Joab. Enseguida Joab tomó tres dagas y las clavó en el corazón de Absalón mientras estaba colgado, todavía vivo, del gran árbol. Biblia Católica (Latinoamericana) Joab le dijo: 'Estoy perdiendo el tiempo contigo'. Y yendo al árbol de donde colgaba Absalón, le clavó personalmente tres dardos en el corazón, cuando aún estaba vivo. La Biblia Textual 3a Edicion Respondió Joab: ¡No andaré con contemplaciones por causa tuya!° Y tomando tres dardos° en su mano, fue y los clavó en el corazón de Absalón, estando éste aún vivo en medio del roble. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Exclamó entonces Joab: 'No voy a estar así esperando delante de ti'. Y tomando tres dardos en la mano, se los clavó en el corazón a Absalón, que aún estaba vivo, colgado del ramaje de la encina. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondió Joab: No perderé el tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en medio de la encina. |
Por tanto, de aquí en adelante, el asesinato será una amenaza constante en tu familia, porque me has insultado al tomar la esposa de Urías.
Entonces Absalón dijo a sus siervos: «Vayan y préndanle fuego al campo de cebada de Joab, que está junto al mío». Ellos así lo hicieron.
Luego, diez de los jóvenes escuderos de Joab rodearon a Absalón y terminaron de matarlo.
Pero antes de que se marcharan, el rey les suplicó a Joab, a Abisay y a Itay: ―Por amor a mí, traten con gentileza al joven Absalón. Y los soldados oyeron cuando el rey les daba este encargo.
Joab se enteró de que el rey estaba muy afligido y llorando por la muerte de su hijo Absalón.
Ante aquellos comentarios, David envió un mensaje a los sacerdotes Sadoc y Abiatar pidiéndoles que hablaran con los ancianos de Judá y les dijeran: «¿Por qué son ustedes los últimos en hacer volver al rey? Porque todo Israel está dispuesto a hacerlo, y solamente ustedes no se han pronunciado. Ustedes son mi tribu, sangre de mi sangre y carne de mi carne».
Yo mismo he visto que así pasa; he visto al déspota y malvado extenderse como cedro frondoso.
Tus agudas saetas traspasan el corazón de tus enemigos. Las naciones ante ti se desploman, yacen bajo tus pies.
Porque de la misma manera que Jonás estuvo en las entrañas de un gran pez tres días y tres noches, yo, el Hijo del hombre, pasaré tres días y tres noches en las entrañas de la tierra.
Cuando la gente esté diciendo: «Hay paz y seguridad», entonces, de repente vendrá sobre ellos la destrucción. Llegará como le llegan a la mujer embarazada los dolores de parto. No habrá forma de que escapen.
Entonces Jael tomó una aguda estaca de tienda y un mazo, y acercándose silenciosamente a donde él dormía profundamente a causa del cansancio, le clavó la estaca en las sienes, le atravesó la cabeza y se la encajó en el suelo, y así murió.
Entonces tomó una estaca y un mazo y partió las sienes de Sísara, aplastando su cabeza. Traspasó con la estaca su cabeza.
»Oh Señor, que todos tus enemigos perezcan como Sísara; pero los que aman al Señor resplandezcan como el sol a mediodía». Después de esto hubo paz en el país durante cuarenta años.