En Hebrón, David tuvo varios hijos. El mayor fue Amnón, hijo de su esposa Ajinoán de Jezrel.
2 Samuel 15:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Después de cuatro años, Absalón le dijo al rey: ―Déjame ir a Hebrón a ofrecer sacrificios al Señor. De esta manera podré cumplir el voto que le hice mientras estaba en Guesur de Aram, de que si me permitía volver a Jerusalén, yo le ofrecería un sacrificio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Al cabo de cuatro años, aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de cuatro años, Absalón le dijo al rey: —Permítame ir a Hebrón a ofrecer un sacrificio al Señor y cumplir un voto que le hice. Biblia Católica (Latinoamericana) Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: 'Déjame ir a Hebrón a cumplir una manda que hice a Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Al cabo de cuatro° años, aconteció que Absalón dijo al rey: Te ruego que me permitas ir a cumplir el juramento que he jurado a YHVH en Hebrón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al cabo de cuatro años, dijo Absalón al rey: 'Permíteme que vaya a Hebrón para dar cumplimiento a un voto que hice a Yahveh, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al cabo de cuarenta años aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová: |
En Hebrón, David tuvo varios hijos. El mayor fue Amnón, hijo de su esposa Ajinoán de Jezrel.
Su segundo hijo fue Quileab, hijo de Abigaíl, la viuda de Nabal de Carmel. El tercero fue Absalón, hijo de Macá, la hija del rey Talmay de Guesur.
El Señor detesta los sacrificios de los malvados, especialmente cuando los hacen con mala intención.
Además, el día de ayuno ustedes se las pasan en pura violencia, maltratándose unos a otros ¡Cómo quieren que escuche sus plegarias con esa clase de ayuno!
―Vayan a Belén y busquen al niño —les dijo—. Cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también pueda ir a adorarlo.
»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie!
Samuel tomó el aceite de oliva que había traído y lo derramó sobre la cabeza de David delante de sus hermanos. El Espíritu del Señor entonces descendió sobre él y le dio gran poder desde aquel día en adelante. Y Samuel regresó a Ramá.