¡Juro que por lo que has hecho haré que tu propia familia se rebele contra ti! Tus esposas serán de otros hombres, y las poseerán ante tus ojos y ante el pueblo.
2 Samuel 15:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Al oír esto, David les dijo a todos sus oficiales que estaban con él en Jerusalén: ―¡Debemos huir de inmediato, o será demasiado tarde! Si salimos de la ciudad antes de que Absalón llegue, nos salvaremos nosotros y se salvará la ciudad de Jerusalén. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada. Biblia Nueva Traducción Viviente —Entonces debemos huir de inmediato, ¡si no será muy tarde! —David dijo a sus hombres—. ¡Apresúrense! Si salimos de Jerusalén antes de que llegue Absalón, tanto nosotros como la ciudad nos salvaremos del desastre. Biblia Católica (Latinoamericana) David entonces dijo a sus servidores y a los que estaban con él en Jerusalén: '¡Rápido, huyamos, porque en caso contrario no escaparemos de Absalón! Salgamos inmediatamente, porque si nos alcanza, nos derrotará y pasará a cuchillo la ciudad'. La Biblia Textual 3a Edicion Y David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: ¡Levantaos y huyamos, porque no tendremos escapatoria delante de Absalón! ¡Daos prisa en marchar, no sea que se apresure, nos alcance y eche el mal sobre nosotros, atacando la ciudad a filo de espada! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces David a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: 'Preparaos y huyamos, porque de otra suerte no podremos escapar ante Absalón. Daos prisa en partir, no sea que acelere el paso y nos dé alcance, y precipite sobre nosotros las desgracias y pase la ciudad a filo de espada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos, y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada. |
¡Juro que por lo que has hecho haré que tu propia familia se rebele contra ti! Tus esposas serán de otros hombres, y las poseerán ante tus ojos y ante el pueblo.
―Estamos con usted, mi rey —le respondieron los oficiales—. Haremos lo que nos ordene.
Siendo que Absalón, al que habíamos elegido como rey, ha muerto, ¿por qué no le rogamos al rey David que regrese y siga siendo nuestro rey?».
Y por todas partes sólo se hablaba de lo que había sucedido. La gente comentaba: «El rey David nos libró del poder de nuestros enemigos. Fue él quien nos salvó del dominio de los filisteos. Pero por culpa de Absalón tuvo que huir del país.
Y el príncipe jamás puede tomar la propiedad de alguno por la fuerza. Si da propiedades a sus hijos, debe ser de su propia tierra, porque yo no quiero que mi pueblo pierda su propiedad y tenga que emigrar por esa causa”».
Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, se ha combatido mucho contra el reino de los cielos, y los que son violentos luchan para acabar con él.
Y tú, Capernaúm, ¿piensas que serás levantada hasta el cielo? No, sino que bajarás hasta el abismo.