La serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo creados por Dios el Señor, se le acercó a la mujer y le preguntó: ―¿Es verdad que Dios no les permite comer de ningún árbol que hay en el jardín?
2 Samuel 13:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero Amnón tenía un amigo muy astuto, su primo Jonadab hijo de Simá, hermano de David. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era hombre muy astuto. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Amnón tenía un amigo muy astuto, su primo Jonadab, quien era hijo de Simea, hermano de David. Biblia Católica (Latinoamericana) Amnón tenía un amigo que se llamaba Yonadab, hijo de Simea, hermano de David; Yonadab era muy astuto. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Amnón tenía un amigo cuyo nombre era Jonadab ben Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Amnón tenía un amigo sumamente astuto, llamado Jonadab, hijo de Simá, hermano de David. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto. |
La serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo creados por Dios el Señor, se le acercó a la mujer y le preguntó: ―¿Es verdad que Dios no les permite comer de ningún árbol que hay en el jardín?
Más o menos por ese tiempo, Judá salió de la casa de su padre y se fue a vivir a Adulán, a casa de un hombre llamado Hirá.
Judá le pidió a su amigo Hirá, el adulanita, que le llevara el cabrito a la mujer y le pidiera que le devolviera las prendas que le había dado. Pero Hirá no pudo encontrarla;
Tanta angustia sufrió Amnón por aquel amor que se sintió enfermo. No encontraba la manera de estar a solas con ella, pues ella era virgen.
Entonces Jonadab hijo de Simá y sobrino de David llegó y dijo: ―Eso no es verdad. El único asesinado fue Amnón, los demás hijos de mi señor están vivos. Absalón había estado preparando esto desde que Amnón violó a Tamar. No, tus hijos no han muerto. Fue solamente Amnón.
Un día Jonadab dijo a Amnón: ―¿Qué te pasa, pues cada día te ves más desmejorado? ¡No pareciera que fueras hijo del rey! ―Estoy enamorado de Tamar, mi medio hermana —le respondió Amnón.
envió por una mujer de Tecoa, que tenía reputación de gran sabiduría, y le dijo que pidiera una entrevista con el rey. Pero antes de que la mujer se presentara delante del rey, Joab le dijo: ―Vístete de luto, no te eches perfume, como si estuvieras de duelo por un hijo muerto. Luego irás donde el rey y le dirás todo lo que yo te diga.
El hijo primogénito de Isaí fue Eliab; el segundo, Abinadab; el tercero, Simá;
Jonatán, tío de David, hombre sabio y bien preparado, era consejero del rey. Jehiel, hijo de Jacmoní, estaba encargado del cuidado de los hijos del rey.
Sin embargo, se refrenó y siguió hasta su casa y reunió a todos sus amigos y a su esposa Zeres,
―Bien— respondió Zeres su esposa, y concordaron con ella todos sus amigos—. Haz preparar una horca de veintidós metros y medio de alto, y en la mañana pídele al rey que haga colgar a Mardoqueo en ella. Cuando esto haya sido realizado, tú podrás seguir alegremente para reunirte con el rey en el banquete. Esto agradó a Amán inmensamente, y ordenó que fuera construida la horca.
Cuando les contó a su esposa Zeres y a todos sus amigos lo que había ocurrido, ellos le dijeron: ―Si Mardoqueo es judío, no podrás destruirlo. ¡Oponerte a él será tu derrota!
Muchos buscan quedar bien con el poderoso; todos son amigos del que es dadivoso.
Hasta que mi pueblo abandone su terquedad, pues se niegan a seguir mis instrucciones. Son torpes, retrasados, sin entendimiento, muy avispados para hacer el mal, pero muy tontos cuando se trata de hacer algo bueno.
porque la sabiduría de este mundo es insensatez a los ojos de Dios. Como está escrito: «Dios enreda a los sabios en la misma sabiduría de que hacen gala».
Esa sabiduría no es la que viene del cielo, sino viene del mundo, del ser humano y del diablo,
La prometida de Sansón se casó entonces con el que iba a ser el padrino de la boda.
—le dijo Samuel a Isaí—. ¿Estos son todos los hijos que tienes? ―Sólo falta el menor —replicó Isaí—, pero está en el campo cuidando las ovejas. ―Mándalo a buscar inmediatamente —dijo Samuel— porque no me sentaré a comer hasta que él haya llegado.