En la primavera del año siguiente, que era la época en que los reyes salían a la guerra, David envió a Joab y a sus oficiales y a todo el ejército para que atacaran a los amonitas y sitiaran la ciudad de Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén.
2 Samuel 12:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Mientras tanto, Joab terminaba con éxito el sitio de Rabá, la capital de Amón. Joab envió mensajeros a decirle a David: «Tengo sitiada a Rabá y he tomado ya la ciudadela que protege el abastecimiento de agua. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Joab peleaba contra Rabá de los hijos de Amón, y tomó la ciudad real. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, Joab luchaba contra la ciudad de Rabá, la capital de Amón, y tomó las fortificaciones reales. Biblia Católica (Latinoamericana) Joab atacó Rabbá de los amonitas y se apoderó de esa ciudad real;' La Biblia Textual 3a Edicion Joab luchaba contra Rabá de los amonitas, y conquistó la ciudad real.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Joab siguió atacando a Rabá de los amonitas y se apoderó de la ciudad real. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Joab peleaba contra Rabá de los hijos de Amón, y tomó la ciudad real. |
En la primavera del año siguiente, que era la época en que los reyes salían a la guerra, David envió a Joab y a sus oficiales y a todo el ejército para que atacaran a los amonitas y sitiaran la ciudad de Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén.
―Bien, dile a Joab que no se desaliente —dijo David—. La espada mata unas veces a unos y otras veces a otros. Peleen con más ardor la próxima vez, conquisten la ciudad y destrúyanla. Dile que está haciendo bien.
y envió al profeta Natán a que les dijera: «En mi honor, ese niño debería llamarse Jedidías (Amado del Señor)».
Cuando David llegó a Majanayin fue recibido cariñosamente por tres hombres: Sobí hijo de Najás, que era de la ciudad amonita de Rabá; Maquir hijo de Amiel, de Lo Debar, y Barzilay, que era un galaadita de Roguelín.
¿Quién me hará entrar en la ciudad fortificada? ¿Quién me traerá la victoria sobre Edom?
Y convertiré la ciudad de Rabá en pastizal de camellos y toda la tierra de los amonitas en terreno abandonado que solo servirá para apacentar rebaños de ovejas. Entonces sabrán que yo soy el Señor”.
»A propósito, el rey Og de Basán fue el último de los gigantes. Su cama de hierro se conserva en un museo de Rabá, una de las ciudades de los amonitas, y mide unos cuatro metros de largo por uno ochenta de ancho.