»Pero ahora, mujeres de Israel, lloren a Saúl. Él las enriqueció con finos vestidos y adornos de oro.
2 Samuel 1:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »¡Cuánto fueron amados! ¡Cuán maravillosos eran Saúl y Jonatán! ¡Inseparables fueron en la vida y en la muerte! Eran más rápidos que las águilas, más fuertes que los leones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Saúl y Jonatán, amados y queridos; Inseparables en su vida, tampoco en su muerte fueron separados; Más ligeros eran que águilas, Más fuertes que leones. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Cuán amados y agradables fueron Saúl y Jonatán! Estuvieron juntos en la vida y en la muerte. Eran más rápidos que águilas, más fuertes que leones. Biblia Católica (Latinoamericana) Amados, deseados eran Saúl y Jonatán:
ni la vida ni la muerte pudieron separarlos.
Más rápidos eran que las águilas,
tenían más fuerza que los leones. La Biblia Textual 3a Edicion Saúl y Jonatán: Amados y queridos en su vida, Ni en su muerte fueron separados. Más ligeros que águilas y más fuertes que leones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Saúl y Jonatán, tan amados y amables, ni en vida ni en muerte se han separado. Eran más rápidos que el águila, más fuertes que el león. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Saúl y Jonatán, amados y queridos en su vida, en su muerte tampoco fueron separados: Más ligeros que águilas, más fuertes que leones. |
»Pero ahora, mujeres de Israel, lloren a Saúl. Él las enriqueció con finos vestidos y adornos de oro.
Los hermanos de Joab, Abisay y Asael, estaban también en la batalla. Asael, que podía correr tan rápido como una gacela,
También estaba Benaías hijo de Joyadá, soldado heroico de Cabsel. Benaías mató a dos gigantes, hijos de Ariel de Moab. En otra oportunidad descendió a un foso y, a pesar de que había nieve, luchó con un león que estaba allí y lo mató.
Grandes y bravos guerreros de la tribu de Gad se unieron también a David en el desierto. Eran expertos en el uso del escudo y de la lanza. Eran hombres tan feroces como los leones, y tan veloces como los venados. Esta es la lista de ellos: Ezer, el jefe; Abdías, el segundo en mando; Eliab, tercero en mando; Mismaná, el cuarto; Jeremías, el quinto; Atay, el sexto; Eliel, el séptimo; Johanán, el octavo; Elzabad, el noveno; Jeremías, el décimo, y Macbanay, el undécimo. Estos hombres eran oficiales del ejército; el más débil valía por una tropa normal de cien soldados, y el más fuerte valía por mil.
Mis años se esfuman como naves fugaces, como águila que se precipita sobre su presa.
Su boca es dulcísima, él es todo un amor. Así, oh mujeres de Jerusalén, es mi amado, ¡así es mi amor!
Y ese viento es la imagen del enemigo, quien se dejará venir sobre nosotros como si fuera viento de tormenta. Sus carros de guerra parecerán un torbellino, sus caballos son más veloces que las águilas. ¡Ay de nosotros, pues no tenemos ninguna posibilidad de salir bien librados ante semejante ejército!
Nuestros enemigos son más veloces que las águilas. Si huimos a las montañas, nos encuentran, si nos escondemos en el desierto, allí nos están esperando.
»El Señor traerá contra ti una nación distante que vuela con la rapidez del águila y cuyo idioma no entiendes,
Antes de la puesta del sol del séptimo día, vinieron a darle la respuesta. ―¿Qué es más dulce que la miel —le preguntaron—, y qué es más fuerte que un león? ―Si no hubieran arado con mi ternera, no habrían solucionado mi enigma —replicó Sansón.
―Eso no es cierto —protestó Jonatán—. Estoy seguro que él no planea tal cosa porque siempre me dice todo lo que va a hacer, aun las cosas pequeñas, y yo sé que él no me ocultaría semejante plan.