Pero mientras estaba allí envió mensajeros a todas las tribus de Israel con el siguiente mensaje: «En cuanto oigan el toque de las trompetas, digan que Absalón ha sido coronado como rey en Hebrón».
2 Reyes 9:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Ellos prontamente pusieron sus capas a modo de alfombras en el piso, y tocaron la trompeta y gritaron: «¡Que viva el rey Jehú!». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces cada uno tomó apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jehú en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron: Jehú es rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Enseguida ellos tendieron sus mantos sobre las gradas y tocaron el cuerno de carnero mientras gritaban: «¡Jehú es rey!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces, sin esperar más, todos pusieron sus mantos sobre una tarima, y tocaron la trompeta diciendo: '¡Jehú es rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces cada uno se apresuró a tomar su manto y ponerlo debajo de él en un tramo de la escalera, y dieron soplido al shofar, y exclamaron: ¡Jehú reina! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se apresuraron a tomar cada uno su manto y los pusieron a sus pies sobre las mismas gradas; hicieron tocar las trompetas y gritaron: '¡Jehú es rey!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces se apresuraron y cada uno tomó su ropa y la puso debajo de él, sobre las gradas, y tocaron trompeta, y dijeron: Jehú es rey. |
Pero mientras estaba allí envió mensajeros a todas las tribus de Israel con el siguiente mensaje: «En cuanto oigan el toque de las trompetas, digan que Absalón ha sido coronado como rey en Hebrón».
Hoy él celebró su coronación sacrificando bueyes y becerros gordos, y ha invitado a los hijos del rey para que asistan a las festividades. Además, invitó al general Joab y al sacerdote Abiatar. Están festejando y bebiendo con él y gritando: “¡Viva el rey Adonías!”.
y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán allí como rey de Israel. Luego hagan sonar las trompetas y aclamen: “¡Viva el rey Salomón!”.
En Guijón, Sadoc tomó el cuerno de aceite sagrado del santuario y lo derramó sobre Salomón. Luego hicieron sonar las trompetas, y todo el pueblo aclamó: «¡Viva el rey Salomón!».
Entonces Joyadá sacó al joven príncipe, le puso la corona en la cabeza y le dio una copia del pacto. Luego le derramó aceite sobre la cabeza y lo declaró rey de Judá. Todos aplaudieron y gritaron: «¡Que viva el rey!».
―No, no lo sabemos —dijeron ellos—. Cuéntanos. ―Me dijo: “El Señor te hace saber que te ha ungido como rey de Israel”.
Resuenen los clarines y trompetas. ¡Hagan una jubilosa sinfonía ante el Señor, el Rey!
Conforme iba avanzando, la gente extendía sus mantos sobre el camino.