Corre a encontrarla y pregúntale qué le pasa. Pregúntale si está bien su marido, y si el niño está bien. ―Sí —le dijo ella a Guiezi—. ¡Todo está bien!
2 Reyes 9:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jehú, por su parte, regresó para reunirse con los jefes, y uno de ellos le preguntó: ―¿Qué quería ese tonto? ¿Está todo bien? ―Ustedes saben muy bien quién era y lo que quería —respondió Jehú. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Después salió Jehú a los siervos de su señor, y le dijeron: ¿Hay paz? ¿Para qué vino a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre y sus palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente Jehú regresó a donde estaban los otros oficiales y uno de ellos le preguntó: —¿Qué quería ese loco? ¿Está todo bien? —Ya sabes cómo parlotea un hombre de esos —contestó Jehú. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Jehú volvió donde los oficiales de su señor, éstos le preguntaron: '¿Qué pasa? ¿Para qué te buscaba ese loco?' Les respondió: '¡Ustedes ya conocen a ese hombre y lo que dice!' La Biblia Textual 3a Edicion Después Jehú salió a los siervos de su señor, y uno le preguntó: ¿Todo en paz? ¿Por qué vino a ti ese loco? Y les respondió: Vosotros conocéis a ese varón y su conversación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió Jehú adonde estaban los servidores de su señor y éstos le dijeron: '¿Todo va bien? ¿Para qué ha venido a ti ese loco?'. Él les respondió: 'Vosotros ya conocéis a ese hombre y su cantinela'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después salió Jehú a los siervos de su señor, y le dijeron: ¿Todo está bien? ¿Para qué entró a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre y sus palabras. |
Corre a encontrarla y pregúntale qué le pasa. Pregúntale si está bien su marido, y si el niño está bien. ―Sí —le dijo ella a Guiezi—. ¡Todo está bien!
Cuando Naamán vio que Guiezi lo seguía, se bajó del carro y corrió a encontrarlo. ―¿Está todo bien? —preguntó.
―No, no lo sabemos —dijeron ellos—. Cuéntanos. ―Me dijo: “El Señor te hace saber que te ha ungido como rey de Israel”.
El guardia que estaba en la torre de Jezrel vio a Jehú y a quienes iban con él, y gritó: «¡Alguien se acerca!». ―Envíen a un jinete para que vea si es amigo o enemigo —ordenó el rey Jorán.
Entonces el rey envió a un segundo jinete, quien los alcanzó y, en el nombre del rey, preguntó si las intenciones que traían eran amistosas o no. ―¡Eso a ti no te importa! —le respondió Jehú—. ¡Sígueme!
y busca a Jehú hijo de Josafat y nieto de Nimsi. Hazlo entrar en una pieza en privado, donde no lo vean sus amigos,
―¿Vienes como amigo, Jehú? —le preguntó el rey Jorán. Jehú le respondió: ―¿Cómo puede haber amistad entre nosotros, si todavía sufrimos debido a las idolatrías y hechicerías de Jezabel, tu madre?
¡Sí, desapareció la verdad y a todo el que se aparta del mal, lo despojan de todo! El Señor contempló todo este mal y le desagradó ver que no se tomaban medidas contra el pecado.
Y en esta carta le decías a Sofonías: “El Señor te ha nombrado para reemplazar a Joyadá como sacerdote en Jerusalén. Y en tu responsabilidad está arrestar a cualquier loco que diga ser profeta, y ponerlo en el cepo.
¡Ha llegado el tiempo del castigo de Israel! ¡El día de que cada quien reciba su merecido está cercano! ¡Todo Israel se dará cuenta de esto! Es tan grande la maldad de Israel, es tan enorme su pecado, que dicen: «¡Los profetas están locos y los hombres inspirados han perdido la cordura!».
Los familiares de Jesús, al enterarse de lo que estaba pasando, salieron a buscarlo porque creían que se había vuelto loco.
Muchos decían: «Este tiene un demonio, y está loco. ¿Por qué le hacen caso?».
En una ocasión se enfrentó a varios filósofos epicúreos y estoicos. «¿Qué quiere decir este hablador?», exclamaron algunos. Y cuando lo oyeron hablar acerca de Jesús y de la resurrección, otros decían: «Parece que habla de nuevos dioses».
Cuando Pablo decía esto en su defensa, Festo gritó: ―¡Pablo, estás loco! ¡Has estudiado tanto que te has vuelto loco!
Por obedecer a Cristo, somos unos tontos, mientras que ustedes, claro, son los sabios. Nosotros somos débiles, ustedes fuertes. Ustedes honorables, nosotros despreciables.
Si estamos locos, es para Dios; y si estamos cuerdos, lo estamos para beneficio de ustedes.