Pero Abisay hijo de Sarvia corrió en su ayuda y mató al filisteo. Después de aquello, los hombres de David le juraron: «¡Nunca más saldrá con nosotros cuando haya guerra! ¿Por qué habremos de arriesgarnos a que se apague la luz de Israel?».
2 Reyes 8:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Sin embargo, como Dios había prometido a su siervo David que cuidaría y guiaría a sus descendientes, no destruyó a Judá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Con todo eso, Jehová no quiso destruir a Judá, por amor a David su siervo, porque había prometido darle lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor no quiso destruir a Judá porque le había prometido a su siervo David que sus descendientes seguirían gobernando, brillando como una lámpara por siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé no quiso destruir a Judá, en consideración a David su servidor, y a la promesa que le había hecho de darle siempre un heredero entre sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH no quiso destruir a Judá a causa de su siervo David, pues le había prometido darle a él y a sus hijos una lámpara para siempre.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No obstante, Yahveh no quiso aniquilar a Judá, en atención a David, su siervo, puesto que le había prometido darle para siempre una lámpara, a él y a sus hijos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Con todo eso, Jehová no quiso cortar a Judá, por amor a David su siervo, como le había prometido darle una lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. |
Pero Abisay hijo de Sarvia corrió en su ayuda y mató al filisteo. Después de aquello, los hombres de David le juraron: «¡Nunca más saldrá con nosotros cuando haya guerra! ¿Por qué habremos de arriesgarnos a que se apague la luz de Israel?».
pero no le retiraré mi amor como sí se lo retiré a Saúl, tu antecesor.
Tu dinastía y tu reino gozarán de mi favor, de modo que tu trono será establecido para siempre».
Sin embargo, por amor a tu padre David, no lo haré mientras estés vivo. Le quitaré el reino a tu hijo, y aun así, permitiré que sea rey de una tribu, por amor de David, y por amor de Jerusalén, mi ciudad escogida».
Su hijo quedará con la tribu restante, de modo que los descendientes de David continuarán reinando en Jerusalén, la ciudad que yo escogí para que sea el lugar en que se rinda culto a mi nombre.
El único que se salvó fue Joás, que tenía un año de edad, porque su tía Josaba, hija del rey Jorán y hermana del rey Ocozías, logró sacarlo y esconderlo en un dormitorio, junto con su niñera, cuando los demás hijos del rey estaban a punto de ser ejecutados.
porque yo descenderé y salvaré a esta ciudad, por amor de mi nombre y por amor de mi siervo David”».
Sin embargo, el Señor no quería acabar con la dinastía de David, porque había hecho un pacto con él, y le había prometido que siempre uno de sus descendientes se sentaría sobre el trono de Judá.
Por amor a tu siervo David, no rechaces al rey que elegiste para tu pueblo.
Bueno, el Señor mismo elegirá la señal: ¡Una joven dará a luz un niño! y ella le pondrá por nombre Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”).
No dejaré que mi cólera se desate contra Efraín y lo destruya, pues yo soy Dios y no un hombre. Yo soy el Santo que vivo entre ustedes, y no he venido para destruirte».