¿Hay algo que sea difícil para el Señor? Como te dije, el próximo año, por este tiempo, volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.
2 Reyes 7:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando el profeta le dijo al rey que la harina y la cebada se venderían a un precio bajo al día siguiente, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció, pues, de la manera que el varón de Dios había hablado al rey, diciendo: Dos seahs de cebada por un siclo, y el seah de flor de harina será vendido por un siclo mañana a estas horas, a la puerta de Samaria. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre de Dios le había dicho al rey: «Mañana, a esta hora, en los mercados de Samaria, siete litros de harina selecta costarán una pieza de plata y catorce litros de grano de cebada costarán una pieza de plata». Biblia Católica (Latinoamericana) Pues cuando el hombre de Dios había dicho al rey: 'Mañana, y ese era el caso, se conseguirá en la puerta de Samaría dos grandes medidas de cebada o una gran medida de harina por una moneda de plata', La Biblia Textual 3a Edicion Sucedió pues como el varón de Dios había hablado al rey, diciendo: ¡Dos medidas de cebada por un siclo, y una medida de flor de harina por un siclo, mañana a estas horas, en la puerta de Samaria! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ocurrió, pues, como había dicho el varón de Dios al rey: 'Los dos seás de cebada se venderán por un siclo, y un seá de flor de harina por un siclo, mañana a estas horas, en la puerta de Samaría'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aconteció, pues, de la manera que el varón de Dios había hablado al rey, diciendo: Dos medidas de cebada por un siclo, y una medida de flor de harina será vendida por un siclo mañana a estas horas, a la puerta de Samaria. |
¿Hay algo que sea difícil para el Señor? Como te dije, el próximo año, por este tiempo, volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.
Eliseo estaba sentado en su casa, con los ancianos de Israel, cuando el rey lo mandó a buscar. Pero antes que llegara el mensajero, Eliseo dijo a los ancianos: ―Este asesino ha enviado a un hombre para que me corte la cabeza. Cuando él llegue, cierren la puerta y déjenlo afuera, porque su amo pronto vendrá tras él.
su ayudante le respondió al profeta: «Eso no podrá ocurrir ni aunque el Señor abra las ventanas de los cielos». Entonces el profeta le dijo: «Tú lo verás, pero no podrás comprar nada de ello».
Pero lo que mis profetas dicen, eso hago. Si dicen que Jerusalén será librada y las ciudades de Judá volverán a ser habitadas, así será.