Entonces el Señor envió a caldeos, sirios, amonitas y moabitas contra Judá, para que destruyeran la ciudad, tal como lo había anunciado por medio de sus profetas.
2 Reyes 6:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el rey hizo un gran banquete para ellos, y los envió de regreso a su tierra y a su rey. Después de esto los sirios dejaron tranquila la tierra de Israel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey hizo un gran banquete para ellos y luego los mandó de regreso a su amo. Después de este incidente, los saqueadores arameos se mantuvieron lejos de la tierra de Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey les sirvió entonces una buena comida, y comieron y bebieron. Después los despidió y regresaron donde su amo; desde ese día las bandas arameas dejaron de hacer incursiones en el territorio de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces preparó° una gran comida para ellos, y cuando hubieron comido y bebido, los dejó ir, y regresaron a sus señores; y ya no volvieron a entrar cuadrillas° de Siria en la tierra de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les sirvió un gran banquete y, después de haber comido y bebido, los despidió y ellos se volvieron a su señor. Y en adelante, los guerrilleros arameos no volvieron a hacer correrías por tierras de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces él les preparó una gran comida; y cuando hubieron comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron cuadrillas de Siria a la tierra de Israel. |
Entonces el Señor envió a caldeos, sirios, amonitas y moabitas contra Judá, para que destruyeran la ciudad, tal como lo había anunciado por medio de sus profetas.
Los sirios habían invadido a Israel en varias ocasiones y habían llevado muchos cautivos, entre los cuales había una niña que había sido dada como esclava a la esposa de Naamán.
Y los cuatro hombres ya mencionados distribuyeron la ropa del botín entre las mujeres y niños que lo necesitaban, y les dieron calzado, alimento y vino. Luego, a los que estaban enfermos o ancianos los pusieron sobre burros y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmeras, para que de allí regresaran a sus hogares. Luego regresaron a Samaria.
¡Silencio! ¡Sepan que yo soy Dios! ¡Todas las naciones del mundo me honrarán!
Y si sólo saludan a sus hermanos, ¿qué hacen de más? ¡Aun los paganos hacen eso!
»Ustedes amen a sus enemigos, háganles el bien y préstenles sin esperar nada a cambio. Si lo hacen tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno tanto con los ingratos como con los malos.