Enseguida, se extendió sobre el niño tres veces, y clamó al Señor: «¡Señor mi Dios, permite que este niño vuelva a la vida!».
2 Reyes 4:35 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El profeta se bajó de la cama y caminó de un lado a otro de la casa por un rato. Volvió a subir y se acostó otra vez sobre el niño. Esta vez el niño estornudó siete veces y abrió los ojos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Eliseo se levantó, caminó de un lado a otro en la habitación, y se tendió nuevamente sobre el niño. ¡Esta vez el niño estornudó siete veces y abrió los ojos! Biblia Católica (Latinoamericana) Bajó luego a la casa y caminó de un lado al otro, subió de nuevo y volvió a tenderse sobre el niño. Así lo hizo siete veces. Al final el niño se movió y abrió los ojos. La Biblia Textual 3a Edicion Luego volvió, y caminó de un lado a otro de la casa, después subió, se tendió sobre él, y el jovencito estornudó siete veces, y el jovencito abrió sus ojos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Volviéndose luego, se paseó por la casa a una parte y a otra, y después subió, y se tendió sobre él; y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. |
Enseguida, se extendió sobre el niño tres veces, y clamó al Señor: «¡Señor mi Dios, permite que este niño vuelva a la vida!».
y le dijo a su siervo: ―Ve y mira hacia el mar. Él fue y miró, y regresó y le dijo a Elías: ―No se ve nada. Entonces Elías le dijo: ―Ve siete veces.
Entonces el profeta llamó a Guiezi: ―Llama a la mujer —le dijo. Y cuando ella entró, Eliseo le dijo: ―¡Aquí está tu hijo!
Entonces el profeta le mandó a decir que fuera a lavarse siete veces en el río Jordán, y que así sanaría de su lepra.
Entonces Naamán fue al río Jordán, se sumergió siete veces, como el profeta le había dicho, y su carne quedó tan sana como la de un niño.
Eliseo le había dicho a la mujer a cuyo hijo él había resucitado: «Vete con tu familia a donde puedas, porque el Señor enviará un gran hambre sobre Israel, que durará siete años».
Y Guiezi le estaba hablando al rey acerca de la oportunidad en que Eliseo había resucitado al niño. En ese mismo momento entró la madre del niño. ―¡Señor, esta es la mujer, y este es su hijo! ¡Este es el niño que Eliseo resucitó! —exclamó Guiezi.
Ella volvió a la vida y al instante se levantó. Entonces Jesús mandó que le dieran de comer.
Pedro les ordenó que salieran del cuarto y se arrodilló a orar. Luego se volvió hacia el cadáver: ―Levántate, Tabita —le ordenó. Inmediatamente ella abrió los ojos; y al ver a Pedro, se incorporó.