Entonces Israel rasgó su ropa y se vistió de ropas ásperas e hizo duelo por su hijo, y lo lloró durante varias semanas.
2 Reyes 22:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando el rey se enteró de lo que estaba escrito en él, se rasgó la ropa, lleno de temor, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el rey oyó lo que estaba escrito en el libro de la ley, rasgó su ropa en señal de desesperación. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el rey oyó las palabras del libro, rasgó su ropa. La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció que cuando el rey escuchó las palabras del Rollo de la Ley, rasgó sus vestidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras. |
Entonces Israel rasgó su ropa y se vistió de ropas ásperas e hizo duelo por su hijo, y lo lloró durante varias semanas.
Cuando el rey oyó lo que estas leyes exigían del pueblo de Dios, rasgó sus vestiduras,
Mis manos hicieron la tierra y el cielo, los cuales son míos. Pero siento inclinación por el hombre de corazón humilde y contrito, que tiene reverencia ante mi palabra.
Cuando terminó, estaban llenos de temor. ―Tenemos que contárselo al rey —dijeron—.
Y nadie protestó, sino Elnatán, Delaías y Guemarías. Suplicaron al rey que no quemara el rollo, pero no les hizo caso. Ninguno de los otros dignatarios del rey dio señales de temor o ira por lo que había hecho.
No finjan arrepentimiento rasgándose la ropa, sino vuélvanse al Señor su Dios con un corazón lleno de arrepentimiento sincero. Porque él es un Dios amoroso y bueno, que no se enoja fácilmente. Él los ama mucho y le duele castigarlos.
El Señor dice: «Los habitantes de Judá han acumulado maldad sobre maldad, así que no los dejaré sin castigo. Ellos han rechazado las instrucciones del Señor y se han negado a seguir sus instrucciones. Además, han rendido homenaje a los mismos ídolos que honraron sus antepasados.
Josué y los ancianos de Israel rasgaron su ropa y se postraron delante del cofre del Señor echando polvo sobre sus cabezas.