Envió este mensaje a Acab, rey de Israel: «Tu plata y tu oro son míos, y mías son las mujeres y tus hermosos hijos».
2 Reyes 19:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Poco después le llegó al rey la noticia de que el rey Tiracá, de Etiopía, venía a atacarlo. Antes de partir para hacer frente al ataque, envió este mensaje al rey Ezequías: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle guerra. Entonces volvió él y envió embajadores a Ezequías, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente Poco después, el rey Senaquerib recibió la noticia de que el rey Tirhaca de Etiopía iba al frente de un ejército para luchar contra él. Antes de salir al encuentro de sus agresores, envió mensajeros de regreso a Ezequías, en Jerusalén, con el siguiente mensaje: Biblia Católica (Latinoamericana) después de haber recibido esta noticia: 'Taraca, rey de Etiopía, ha salido a atacarte'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando oyó° decir que Tirhaca, rey de Etiopía, había salido a luchar contra él, envió nuevamente mensajeros a Ezequías, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 tan pronto como le llegó esta noticia: 'Mira que Tirhacá, rey de Etiopía, ha salido para atacarte'. Y volvió a despachar mensajeros a Ezequías para decirle: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyó decir de Tirhaca, rey de Etiopía: He aquí, ha salido para hacerte guerra. Entonces volvió él, y envió embajadores a Ezequías, diciendo: |
Envió este mensaje a Acab, rey de Israel: «Tu plata y tu oro son míos, y mías son las mujeres y tus hermosos hijos».
Sin embargo, el rey de Asiria envió desde Laquis a uno de sus altos oficiales el Tartán, a su tesorero principal el Rabasaris, y al copero mayor el Rabsaces, para que fueran a atacar a Jerusalén. Estos subieron y acamparon en el canal del estanque superior, que está junto al campo donde era blanqueada la ropa.
«No te dejes engañar por ese Dios en quien crees. No le creas cuando dice que nosotros no vamos a conquistar Jerusalén.
El Rabsaces asirio regresó ante su rey, y lo encontró en Libná, porque se había retirado de Laquis.
¡Ah, tierra que está más allá de las cabeceras del Nilo, donde los alados botes de vela se deslizan por el río!
En esto le llegó a Saúl un mensaje en el que se le informaba que los filisteos estaban atacando nuevamente a Israel,