2 Reyes 17:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El rey Salmanasar, de Asiria, atacó y derrotó al rey Oseas, por lo que Israel tuvo que pagar un pesado tributo anual a Asiria. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Contra este subió Salmanasar rey de los asirios; y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. Biblia Nueva Traducción Viviente Salmanasar, rey de Asiria, atacó al rey Oseas, por eso Oseas se vio obligado a pagar un elevado tributo a Asiria. Biblia Católica (Latinoamericana) Salmanazar rey de Asur fue a atacarlo y Oseas tuvo que sometérsele, pagándole un tributo. La Biblia Textual 3a Edicion Contra éste subió Salmanasar, rey de Asiria, y Oseas se convirtió en su vasallo, y le pagó tributo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Subió contra él Salmanasar, rey de Asiria, y Oseas se convirtió en vasallo suyo y le pagó tributo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Contra este subió Salmanasar, rey de Asiria; y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. |
También venció a los moabitas, a quienes hizo tender en el suelo y los midió con un cordel. A todos los que quedaron dentro de las dos primeras medidas los hizo matar, pero dejó con vida a los que estaban en la tercera medida. Y los moabitas se convirtieron en vasallos y tributarios de David.
David situó varias guarniciones en Damasco, y los sirios fueron súbditos de David y le presentaban anualmente sus tributos. El Señor le daba victorias en todas las campañas militares que emprendía.
Entonces el rey Pul, es decir, Tiglat Piléser, de Asiria, invadió la tierra, pero el rey Menajem lo compró con un regalo de treinta y tres mil kilos de plata, para que lo dejara seguir siendo rey de Israel. Para conseguir esa cantidad de plata, Menajem obligó a los ricos de Israel a entregar, como impuesto, medio kilo de plata. Entonces Tiglat Piléser se regresó a su tierra.
Fue durante su reinado que el rey Tiglat Piléser, de los asirios, dirigió un ataque contra Israel. Capturó las ciudades de Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad, Galilea, y toda la tierra de Neftalí, y llevó al pueblo cautivo a Asiria.
pero hizo lo que ofende al Señor, aunque no fue tan malo como los reyes de Israel que habían reinado antes de él.
Pero un día, el rey Oseas se rebeló contra el rey de Asiria, y pidió al faraón So, rey de Egipto, que le ayudara a librarse del poder de Asiria. Además, Oseas se negó a seguir pagándole el impuesto anual al rey de Asiria. Por eso, este lo hizo arrestar, y lo metió en la cárcel.
»¡No escuchen al rey Ezequías! ¡Ríndanse! ¡Podrán vivir aquí en su tierra hasta que yo los conduzca a otra tierra semejante a esta, con muchas cosechas, grano, vino, olivos y miel! Todo esto es mejor que la muerte. No escuchen al rey Ezequías cuando trate de convencerlos de que el Señor los salvará.
Por esta razón el Señor estuvo con él y lo hizo prosperar en todo lo que emprendió. Se rebeló contra el rey de Asiria y se negó a seguir pagando tributos.
»Y ahora, Dios grande y terrible, que guardas tus promesas de amor y bondad, no tengas en poco los sufrimientos por los que hemos pasado. Gran tribulación ha venido sobre nosotros, sobre nuestros reyes y príncipes, sobre nuestros sacerdotes y profetas, y sobre nuestros antepasados desde los días en que los reyes de Asiria triunfaron sobre nosotros hasta ahora.
Sí, la gloria de Israel será menguada cuando la pobreza invada el país.
Me casé con ellas, y me dieron hijos e hijas. Pero luego Aholá se volvió a otros dioses en vez de mí, y entregó su amor a los asirios, vecinos suyos,
Por lo tanto, los terrores de la guerra los perseguirán y sus fortalezas serán destruidas. Les sucederá lo mismo que a Bet Arbel, cuando el rey Salmán la destruyó el día de la batalla y aplastó a las madres junto con sus hijos.
Ellos hacen promesas que no tienen siquiera la intención de cumplir, hacen pactos inútiles con las naciones fuertes. Por lo tanto, el castigo brotará entre ellos como lo hace la mala hierba en los surcos del campo.
Pero aunque ella alquile amigos de muchas tierras, yo la enviaré al exilio. ¡Dentro de poco no contarán con reyes ni con jefes!
Haré que todo el castigo anunciado en mi ley caiga sobre ustedes. Huirán a las ciudades y enviaré plagas contra ustedes allí. Serán conquistados por sus enemigos.