Benaías hijo de Joyadá, era el jefe de la guardia personal del rey, la cual estaba compuesta de quereteos y peleteos. Los hijos de David ayudaban en el culto.
2 Reyes 11:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los jefes obedecieron las órdenes de Joyadá. Llevaron ante él a los hombres que estarían libres en el día de reposo y a los que iban a estar de servicio, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los jefes de centenas, pues, hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó; y tomando cada uno a los suyos, esto es, los que entraban el día de reposo y los que salían el día de reposo, vinieron al sacerdote Joiada. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que los comandantes hicieron todo tal como el sacerdote Joiada les había ordenado. Los comandantes se encargaron de los hombres que se presentaban para su turno ese día de descanso, así como de los que terminaban el suyo. Los llevaron a todos ante el sacerdote Joiada, La Biblia Textual 3a Edicion Y los capitanes de centuria hicieron conforme a todo lo que el sacerdote Joiada había ordenado, y cada uno tomó a sus hombres, los que entraban el shabbat con los que salían el shabbat, y fueron al sacerdote Joiada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los jefes de las centurias cumplieron exactamente cuanto les había mandado el sacerdote Joadá. Tomó cada uno sus hombres -los que entraban de servicio el sábado y los que salían el sábado- y se presentaron al sacerdote Joadá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los centuriones pues, hicieron conforme a todas las cosas que el sacerdote Joiada les mandó; y cada uno de ellos tomó a sus hombres, esto es, a los que habían de entrar el sábado y los que habían de salir el sábado, y vinieron a Joiada el sacerdote. |
Benaías hijo de Joyadá, era el jefe de la guardia personal del rey, la cual estaba compuesta de quereteos y peleteos. Los hijos de David ayudaban en el culto.
En el séptimo año de Atalía, el sacerdote Joyadá mandó a llamar a los jefes de la guardia del palacio y a la escolta real. Se reunió con ellos en el templo del Señor, y luego de hacerles prometer que guardarían el secreto, les mostró al hijo del rey.
Selomit y sus hermanos quedaron a cargo de recibir las ofrendas para el Señor, tanto del rey David como de otros dignatarios de la nación, tales como los oficiales y generales del ejército,
Así se hizo. Cada uno se puso al frente de sus hombres, los que estaban de servicio aquel día de reposo y los que no estaban de servicio, porque el sumo sacerdote Joyadá no permitió que nadie se fuera.