El que mate a una persona, otra persona lo matará a él; porque los seres humanos fueron creados a la imagen de Dios.
2 Reyes 11:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Ellos la arrastraron hacia los establos del palacio, y allí la mataron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Le abrieron, pues, paso; y en el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey, allí la mataron. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso la agarraron y la llevaron a la puerta por donde los caballos entraban al predio del palacio, y allí la mataron. Biblia Católica (Latinoamericana) La apresaron y la llevaron por el camino que conduce a la Entrada de los Caballos hasta el palacio real; allí le dieron muerte. La Biblia Textual 3a Edicion Le dieron pues paso, y ella salió al camino por donde entran los caballos a la casa del rey, y allí fue ejecutada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La empujaron con las manos, y cuando ella llegó al palacio real por el camino de la Puerta de los caballos, allí la mataron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces le echaron mano, cuando iba en el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey, y allí la mataron. |
El que mate a una persona, otra persona lo matará a él; porque los seres humanos fueron creados a la imagen de Dios.
Entonces, el sacerdote Joyadá ordenó a los jefes de la guardia que la sacaran del templo del Señor y la mataran, junto con cualquiera que tratara de acudir en su ayuda.
Así que la agarraron, la llevaron al palacio real por la puerta de la caballería, y ahí la mataron.
Los sacerdotes repararon la muralla desde la puerta de los Caballos, cada uno en la parte que quedaba frente a su casa.
Y toda la ciudad, inclusive el cementerio y el botadero de cenizas que se encuentra en el valle, será santa para el Señor, igual que todos los campos hasta el arroyo de Cedrón, y desde allí hasta la puerta de los Caballos en el lado oriental de la ciudad; nunca más la volverán a conquistar ni a destruir.
porque de la manera como juzguen a otros, así Dios los juzgará a ustedes; Dios los va a tratar de la misma forma en que ustedes traten a los demás.
pues al que no ha tenido compasión se le juzgará sin compasión. Y el que ha mostrado compasión triunfará a la hora del juicio.
«Setenta reyes sin pulgares en las manos y los pies recogían migajas debajo de mi mesa» —dijo Adoní Bézec—. Ahora el Señor me ha pagado con lo mismo. Después lo llevaron a Jerusalén y allí murió.