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2 Pedro 2:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Más tarde, redujo a cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra y las borró de la superficie de la tierra para que sirviera de advertencia a los impíos.

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Biblia Reina Valera 1960

y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tiempo después, Dios condenó las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a montones de cenizas. Las puso como ejemplo de lo que le sucederá a la gente que vive sin Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

También condenó Dios a las ciudades de Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas, para que sirvieran de escarmiento a los malvados del futuro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y condenó a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a cenizas,° poniéndolas como ejemplo para los que iban a vivir impíamente;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Condenó a la destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a ceniza y ofreciendo un ejemplo para impíos venideros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y si condenó por destrucción las ciudades de Sodoma y de Gomorra, tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo a los que habían de vivir impíamente,

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2 Pedro 2:6
20 Tagairtí Cros  

Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que del suelo salía humo, como el humo que sale de un horno.


Si el Señor Todopoderoso no hubiera intervenido para salvar a unos cuantos de nosotros, habríamos sido destruidos como lo fueron Sodoma y Gomorra.


Y así Babilonia, el más glorioso de los reinos, flor y nata de la cultura caldea, será completamente arrasada como lo fueron Sodoma y Gomorra cuando Dios les envió fuego del cielo;


El Señor anuncia que destruirá a Babilonia como destruyó a Sodoma, Gomorra y sus pueblos aledaños. Nadie volvió a vivir en ellos jamás, así como tampoco nadie volverá a vivir en Babilonia.


»¿Cómo podré abandonarte, mi Efraín? ¿Cómo podré dejarte ir? ¿Cómo podré desampararte como lo hice con Admá y Zeboyín? ¡Me duele el corazón por ti y no puedo contener todo el amor que te tengo! ¡Me duele tanto tener que castigarte!


»Les destruí algunas de sus ciudades, como lo hice con Sodoma y Gomorra; las que quedan son sólo como tizones arrebatados del fuego. Pero no sirvió de nada, pues ni siquiera por ello ustedes acudieron a mí para que los ayudara. Lo ha dicho el Señor.


Por lo tanto, el Señor Todopoderoso ha jurado que Moab y Amón serán destruidas como lo fueron Sodoma y Gomorra, y sus lugares quedarán tan devastados que parecerán campos de espinales, minas de sal donde nada crece y sólo reina eterna desolación. Los que queden de mi pueblo les quitarán sus bienes y se apoderarán de su tierra».


de los incensarios de estos hombres que han pecado y les ha costado la vida.


Les aseguro que en el día del juicio, el castigo de Sodoma y Gomorra resultará mucho más tolerable que el castigo que caerá sobre aquella ciudad.


¡Y tú, Capernaúm, ¿serás elevada hasta el cielo? ¡No! Te irás a lo profundo del infierno. Porque si los milagros que se realizaron en ti se hubieran realizado en Sodoma, esta ciudad existiría todavía.


Y añade en otro lugar: «Si no fuera porque el Señor Todopoderoso nos dejó descendientes, ahora mismo seríamos como las ciudades de Sodoma y Gomorra».


Estos incidentes ocurrieron para servirnos de ejemplo; son una advertencia y fueron escritos para nosotros que vivimos cuando el mundo se aproxima a su fin.


Verán que toda la tierra es azufre y sal, desierta y calcinada, sin cultivar, tierra que no produce, ni siquiera hierba, como las de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín, que el Señor destruyó en medio de su ira.


Pongamos, pues, empeño en entrar también en aquel reposo; cuidémonos de no desobedecer a Dios como lo desobedecieron los israelitas.


a juzgar a todos y a reprender a los pecadores malvados, por las terribles cosas que han hecho, y las cosas que han dicho contra él».


Lo mismo les pasó a Sodoma, a Gomorra y a las ciudades vecinas. Por haberse entregado a toda clase de relaciones sexuales que Dios no aprueba, entre ellas las que van contra la naturaleza humana, fueron destruidas con el fuego eterno. Ahora son una advertencia para todos.