Tan pronto como Roboán llegó a Jerusalén, reunió un ejército de las tribus de Judá y Benjamín, ciento ochenta mil soldados escogidos, y declaró la guerra contra el resto de Israel, en un esfuerzo por volver a unir el reino.
2 Crónicas 26:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Este ejército estaba formado por trescientos siete mil quinientos guerreros fuertes y poderosos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y bajo la mano de estos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes, para ayudar al rey contra los enemigos. Biblia Nueva Traducción Viviente El ejército estaba formado por 307.500 hombres, todos soldados selectos. Estaban preparados para ayudar al rey contra cualquier enemigo. Biblia Católica (Latinoamericana) A sus órdenes estaba un ejército de trescientos siete mil quinientos hombres que hacían la guerra con gran valor, para ayudar al rey contra el enemigo. La Biblia Textual 3a Edicion bajo los cuales había un ejército de trescientos siete mil quinientos poderosos guerreros, para ayudar al rey contra el enemigo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bajo su mando había un ejército de trescientos siete mil quinientos guerreros muy fuertes, que prestaban ayuda poderosa al rey contra el enemigo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y bajo la mano de estos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes para ayudar al rey contra los enemigos. |
Tan pronto como Roboán llegó a Jerusalén, reunió un ejército de las tribus de Judá y Benjamín, ciento ochenta mil soldados escogidos, y declaró la guerra contra el resto de Israel, en un esfuerzo por volver a unir el reino.
Pero justo cuando Roboán se encontraba en la cima de su popularidad y poder, abandonó la ley del Señor, y el pueblo lo siguió en este pecado.
Judá, dirigido por el rey Abías, reunió un ejército de cuatrocientos mil guerreros para ir a la guerra, mientras que Jeroboán, rey de Israel, salió con ochocientos mil soldados.
Asá les dijo a los de Judá: «Ahora es el tiempo oportuno para reconstruir esas ciudades y protegerlas con murallas, torres de vigilancia, puertas y barras, pues gozamos de paz. El Señor nos ha permitido seguir gozando de nuestra tierra, y nos ha concedido tener paz con nuestros vecinos, por cuanto hemos sido obedientes a él. ¡Así que levantémonos y construyamos!». Así pues, se lanzaron al cumplimiento de este proyecto con todo éxito.
Las fuerzas de Asá, rey de Judá, contaban con trescientos mil soldados equipados con escudos grandes y lanzas. De los benjaminitas contaba con doscientos ochenta mil hombres armados con escudos pequeños y arcos. Ambos ejércitos se componían de hombres bravos y bien adiestrados.
Otra cosa que Amasías hizo fue reunir a Judá y organizar al pueblo para la guerra poniéndoles jefes de miles y cientos por todo Judá y de Benjamín. Luego hizo un censo, y resultó que contaba con trescientos mil hombres de más de veinte años, todos preparados y muy diestros en el uso de la lanza y la espada. Empleó, además, tres mil trescientos kilos de plata para contratar a cien mil guerreros valientes de Israel.
Estos regimientos los comandaban dos mil seiscientos jefes de clanes, y todos eran guerreros muy valientes.