En ese tiempo, los pueblos de Israel y Judá eran tan numerosos, como la arena del mar, que no se puede contar. Además, tenían comida y bebidas en abundancia, y todos vivían muy felices.
2 Crónicas 10:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Su padre fue un amo severo —le expresaron—. ¡Por favor, trátenos mejor, y seremos sus súbditos! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tu padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura servidumbre y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos. Biblia Nueva Traducción Viviente —Su padre fue un amo muy duro —le dijeron—. Alivie los trabajos tan pesados y los impuestos tan altos que su padre impuso sobre nosotros. Entonces seremos sus leales súbditos. Biblia Católica (Latinoamericana) Tu padre ha hecho pesado nuestro yugo; ahora tú aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos. La Biblia Textual 3a Edicion Tu padre agravó nuestro yugo. Ahora pues, haz que la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que nos impuso sea más llevadero, y te serviremos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Alivia tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tu padre agravó nuestro yugo; ahora pues, alivia tú algo de la dura servidumbre, y del grave yugo que tu padre puso sobre nosotros, y te serviremos. |
En ese tiempo, los pueblos de Israel y Judá eran tan numerosos, como la arena del mar, que no se puede contar. Además, tenían comida y bebidas en abundancia, y todos vivían muy felices.
Durante la vida de Salomón, todo Israel vivió en paz y seguridad; cada familia tenía su casa y su huerto.
Salomón también tenía setenta mil cargadores, ochenta mil canteros que trabajaban en las montañas,
Salomón no obligó al trabajo forzado a los israelitas, pues eran sus hombres de guerra, sus siervos, sus príncipes, sus conductores de carros y jinetes.
Roboán les dijo: ―Regresen a sus casas, y vuelvan dentro de tres días, y les daré la respuesta. Cuando la gente se fue,
Pasaron muchos años, y murió el faraón. Los israelitas, sin embargo, gemían bajo su pesada carga, profundamente atribulados por la esclavitud, y lloraban amargamente delante de Dios. Dios oyó su lamento desde los cielos y
Porque enojado estuve con mi pueblo Israel y comencé a castigarlos un poco permitiendo que cayeran en tus manos, oh Babilonia. Pero fuiste despiadada con ellos. Hasta a los ancianos obligaste a llevar pesadas cargas.
Recargan a la gente de mandamientos que ni ellos mismos intentan cumplir.