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2 Corintios 12:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

He sido un necio al andar con jactancias como estas; pero ustedes me han obligado, ya que ustedes son los que debían haber hablado bien de mí. En nada soy inferior a los superapóstoles, aunque a fin de cuentas yo no soy nada.

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Biblia Reina Valera 1960

Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ustedes hicieron que me comportara como un necio. Deberían estar escribiendo elogios acerca de mí, porque no soy de ninguna manera inferior a esos «superapóstoles», aun cuando no soy nada en absoluto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

He dicho tonterías, pero ustedes me obligaron. Ustedes debían haber hecho mis elogios, pues en nada me ganan los superapóstoles, aunque nada soy.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Me he hecho insensato;° vosotros me forzasteis; pues yo debía ser alabado por vosotros, porque en nada fui menos que aquellos grandes apóstoles,° aunque nada soy.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

He hecho el insensato. Vosotros me obligasteis. Erais vosotros quienes deberíais recomendarme, porque, aunque no soy nada, nada desmerezco frente a esos superapóstoles.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis; pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada soy menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.

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2 Corintios 12:11
17 Tagairtí Cros  

Deja que sean otros los que te alaben; no te alabes tú mismo.


Así también ustedes, cuando hayan hecho lo que se les mandó, deben decir: “Somos sirvientes inútiles, pues sólo cumplimos con nuestra obligación”».


Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor.


De ustedes son Pablo, Apolos, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo por venir.


Si sufrimos es para que ustedes tengan consuelo y obtengan la salvación. Y si Dios nos ha consolado es para bien de ustedes, para que reciban el consuelo que les ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que padecemos nosotros.


Espero que me toleren si digo algunas tonterías. ¡Por favor, aguántenmelas!


Sin embargo, no creo que esos superapóstoles sean mejores que yo.


Estando entre ustedes demostré ser apóstol de veras, pues hice constantemente las señales propias de un apóstol: milagros, maravillas y obras poderosas.


Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato en hacerlo, porque estaría diciendo la verdad. Pero no lo hago porque no deseo que piensen que soy más importante de lo que soy, sólo por lo que digo o hago.


¿Ya comenzamos a hablar bien de nosotros mismos? ¿Estamos como algunos que llevan consigo cartas de recomendación para ustedes o de ustedes? ¿Será que las necesitamos nosotros?


Si estamos locos, es para Dios; y si estamos cuerdos, lo estamos para beneficio de ustedes.


El que se crea demasiado grande cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo.


Aunque soy el más pequeño de todos los que son parte del pueblo santo, Dios me concedió, por su amor, la misión de anunciar a las naciones el tesoro incalculable de Cristo.