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1 Samuel 8:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Con todo, el pueblo no quiso oír la advertencia de Samuel. ―De todos modos, queremos un rey —le dijeron—.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, el pueblo se negó a escuchar la advertencia de Samuel. —Aun así, todavía queremos un rey —dijeron ellos—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El pueblo no quiso hacerle caso a Samuel. Le dijeron: 'No importa, queremos un rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el pueblo no quiso escuchar la voz de Samuel, sino que dijeron: ¡No! ¡Haya rey sobre nosotros!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sin embargo, el pueblo no quiso escuchar las palabras de Samuel sino que le respondió: '¡A pesar de todo, queremos tener un rey!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel; antes dijeron: No, sino que habrá rey sobre nosotros:

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1 Samuel 8:19
9 Tagairtí Cros  

Pero el pueblo no quiso escuchar al Señor, y Manasés los indujo a hacer mayores males que las naciones vecinas, aun cuando el Señor había destruido a aquellas naciones por sus malos comportamientos, cuando el pueblo de Israel entró en la tierra.


¡Pero no, mi pueblo no quiere oír! Israel no me quiere a su lado.


Entonces los entregué a su ceguera y necedad, a que vivieran como mejor les pareciera.


Yo les enviaré grandes tribulaciones, todo cuanto ellos temían, pues cuando los llamé se negaron a responder, y cuando les hablé no quisieron escuchar. Por el contrario, ante mi propia vista hicieron lo malo, y a sabiendas escogieron lo que yo despreciaba.


«¡No vamos a escuchar los falsos mensajes que dices de parte del Señor!


Y ahora, dice el Señor, lo mismo haré aquí por todo este mal que ustedes han hecho. Una y otra vez les hablé de ello; con mucha insistencia les llamaba, pero no quisieron oír ni responder a mis advertencias. Por ello destruiré este templo como hice con Siló; este templo que lleva mi nombre, del que creen recibir garantía de seguridad, y este sitio que di a ustedes y a sus antepasados.


Así que vienen como si fueran sinceros y se sientan ante ti a escucharte. ¡Pero ellos no tienen ninguna intención de hacer lo que yo les diga! Hablan dulcemente de amar al Señor, pero con sus cabezas están pensando sólo en el robo.


»Cuando llegues a la tierra que el Señor tu Dios te da, y la hayas conquistado, y comiences a pensar: “Debiéramos tener un rey como todas las naciones que nos rodean”,


»Cuando tuvieron miedo de Najás, rey de Amón, vinieron y me dijeron que deseaban que un rey los gobernara. Pero el Señor nuestro Dios era nuestro rey, porque él siempre lo había sido.