Cuando Saúl murió, David regresó a Siclag y se quedó allí dos días, después de haber derrotado a los amalecitas.
1 Samuel 31:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Así es que Saúl, su escudero, sus tres hijos y muchos de sus soldados murieron el mismo día. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Saúl, sus tres hijos, su escudero y sus tropas murieron juntos en ese mismo día. Biblia Católica (Latinoamericana) Así fue como el mismo día murieron Saúl y sus tres hijos, su escudero y todos sus hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Aquel día, pues, murió Saúl con tres de sus hijos, su escudero, y todos sus hombres juntamente con él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, en un mismo día murieron Saúl, sus tres hijos y su escudero, y todos sus hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones. |
Cuando Saúl murió, David regresó a Siclag y se quedó allí dos días, después de haber derrotado a los amalecitas.
Hicieron duelo, lloraron y ayunaron todo aquel día por Saúl, por su hijo Jonatán y por el pueblo del Señor que habían muerto ese día.
Así murieron Saúl y sus tres hijos. En un mismo día desapareció toda la familia.
«Mátame —le pidió a su escudero—. Que nunca se diga que una mujer mató a Abimélec». El joven lo atravesó con su espada, y murió.
En Gilgal, en una ceremonia solemne delante del Señor, coronaron rey a Saúl, y ofrecieron sacrificios de paz al Señor. Saúl y todo Israel estaban llenos de felicidad.
Ustedes saben que no suele llover durante la cosecha del trigo. Oraré que el Señor envíe truenos y lluvia hoy, para que comprendan el mal que han cometido al pedir un rey.
Todo el ejército de Israel será derrotado y destruido por los filisteos mañana, y tú y tus hijos estarán conmigo.
Cuando el escudero vio que estaba muerto, él también se arrojó sobre su espada y murió junto a él.
Cuando los israelitas del otro lado del valle y de más allá del Jordán oyeron que sus guerreros habían huido, y que Saúl y sus hijos estaban muertos, abandonaron las ciudades y los filisteos las tomaron.