Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Samuel 30:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―¿Quién eres y de dónde vienes? —le preguntó David. ―Yo soy egipcio, siervo de un amalecita —respondió—. Mi amo me dejó atrás hace tres días porque estaba enfermo.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y le dijo David: ¿De quién eres tú, y de dónde eres? Y respondió el joven egipcio: Yo soy siervo de un amalecita, y me dejó mi amo hoy hace tres días, porque estaba yo enfermo;

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¿A quién le perteneces y de dónde vienes? —le preguntó David. —Soy egipcio, esclavo de un amalecita —respondió—. Mi amo me abandonó hace tres días porque yo estaba enfermo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

David le dijo: '¿A quién perteneces y de dónde vienes?' Dijo: 'Soy un joven egipcio esclavo de un amalecita; mi amo me abandonó hace tres días porque estaba enfermo.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y David le preguntó: ¿A quién perteneces? ¿De dónde vienes? Y él respondió: Soy un joven de Egipto, siervo de un amalecita, y mi amo me abandonó hace tres días, porque enfermé.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego le preguntó David: '¿A quién perteneces tú y de dónde eres?'. A lo que él respondió: 'Soy un joven egipcio, siervo de un amalecita, y mi amo me abandonó hace tres días porque caí enfermo.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y le dijo David: ¿De quién eres tú? ¿Y de dónde eres? Y respondió el joven egipcio: Yo soy siervo de un amalecita; y me abandonó mi amo porque caí enfermo hace tres días.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Samuel 30:13
9 Tagairtí Cros  

―¿De dónde eres? —le preguntó David al joven que le había traído las noticias. ―Soy hijo de un inmigrante amalecita —respondió.


―¿De dónde vienes? —le preguntó David. ―Logré escaparme del campamento de Israel —le contestó el soldado.


“¿Quién eres?” me preguntó. “Soy un amalecita”, le respondí.


El hombre bueno se preocupa por el bienestar de sus animales, pero el hombre malo es cruel.


―¿Qué hiciste para que nos viniera este mal? ¿Quién eres? ¿En qué trabajas? ¿De qué nacionalidad eres? ¿De qué país vienes? —le preguntaron.


pues al que no ha tenido compasión se le juzgará sin compasión. Y el que ha mostrado compasión triunfará a la hora del juicio.


Íbamos de regreso después de haber atacado el sur de los quereteos, de Judá y de Caleb y habíamos quemado a Siclag.