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1 Samuel 29:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Por eso, levántate temprano en la mañana y déjanos en cuanto haya amanecido.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos al amanecer, marchad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora, levántate temprano en la mañana y vete con tus hombres en cuanto amanezca.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Levántate pues muy temprano, tú y los que vinieron contigo, y regresen al lugar que les asigné. No lo tomes a mal, pues sabes que te estimo. Mañana temprano se levantarán rápidamente, y apenas aclare el día, se irán'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por tanto, levántate mañana temprano con los siervos de tu señor que han venido contigo, y tan pronto se hayan levantado y haya claridad, marchaos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así que mañana levántate temprano, tú y los súbditos de tu señor que vinieron contigo, y al despuntar el alba, partiréis'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Levántate, pues, muy de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y temprano en la mañana, cuando os levantéis, al amanecer, partid.

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1 Samuel 29:10
8 Tagairtí Cros  

Por eso, Abraham le puso a ese lugar el nombre de «el Señor proveerá». Hasta hoy se dice: «En un monte el Señor proveerá».


También algunos guerreros de la tribu de Manasés desertaron y se unieron a David, justamente cuando él, con los filisteos, se dirigía a pelear contra el rey Saúl. Entretanto, los príncipes filisteos se opusieron a que David y sus hombres fueran con ellos. Después de mucha deliberación los enviaron de regreso, por cuanto tenían desconfianza de que David y sus hombres desertaran y fueran a unirse a las filas del rey Saúl. Los siguientes son los guerreros de la tribu de Manasés que desertaron y se unieron a David cuando este se dirigía a Siclag: Adnás, Jozabad, Jediael, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletay. Cada uno de ellos era oficial de alto rango de las tropas de Manasés, pues estaban a cargo de mil soldados. Eran guerreros bravos y capacitados, y ayudaban a David a combatir a sus enemigos. Más y más hombres se unían diariamente a David, hasta que llegó a tener un ejército muy poderoso, como un ejército de Dios.


Ustedes no han pasado por ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero pueden estar confiados en la fidelidad de Dios, que no dejará que la tentación sea más fuerte de lo que puedan resistir. Dios les mostrará la manera de resistir la tentación y escapar de ella.


No cabe duda entonces de que el Señor sabrá rescatar de las tentaciones a los que viven como él quiere y reservará a los injustos para castigarlos en el día del juicio.


Entonces David regresó a la tierra de los filisteos, mientras el ejército filisteo seguía hacia Jezrel.