El profeta le dijo: ―El Señor ha dicho: “Por cuanto tú has salvado la vida del hombre que yo dije que debería morir, tú morirás en su lugar, y tu pueblo morirá en lugar del suyo”.
1 Samuel 28:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Te trata así porque no has obedecido sus instrucciones cuando él estaba tan enojado con Amalec. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. Biblia Nueva Traducción Viviente Hoy el Señor te ha hecho esto porque rehusaste llevar a cabo su ira feroz contra los amalecitas. Biblia Católica (Latinoamericana) Acuérdate que no has obedecido la voz de Yavé cuando te ordenó que fueras el instrumento de su venganza contra los amalecitas. Por eso Yavé te trata hoy de esta manera. La Biblia Textual 3a Edicion por cuanto no obedeciste la voz de YHVH, ni cumpliste el furor de su ira sobre Amalec, por eso YHVH te ha hecho esto hoy. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por no haber obedecido la voz de Yahveh y por no haber tratado a Amalec según el ardor de su cólera, Yahveh obra hoy contigo de este modo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el furor de su ira sobre Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. |
El profeta le dijo: ―El Señor ha dicho: “Por cuanto tú has salvado la vida del hombre que yo dije que debería morir, tú morirás en su lugar, y tu pueblo morirá en lugar del suyo”.
Saúl murió porque se rebeló contra el Señor, pues no estuvo dispuesto a obedecer su palabra. Además, en vez de consultar al Señor, fue a consultar a una adivina.
¡Malditos quienes refrenan sus espadas de derramar la sangre de ustedes, negándose a realizar la obra que el Señor les ha encomendado!
―Pero yo he obedecido al Señor. Fui a donde me mandó. Traje prisionero al rey Agag, y maté a todos los demás.
Samuel le dijo: ―¿Ves? El Señor ha rasgado de ti el reino de Israel hoy, y se lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú.
Sin embargo, Saúl y sus hombres conservaron lo mejor de las ovejas y de las vacas, los mejores corderos y, en suma, todo lo que les pareció bueno. Destruyeron solamente lo que era de poco valor o de mala calidad.