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1 Samuel 23:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Saúl pronto supo que David estaba en Queilá. «Bien —exclamó—. Ahora lo tenemos. Dios lo ha entregado en mis manos, pues se ha atrapado a sí mismo en una ciudad amurallada».

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pronto Saúl se enteró de que David estaba en Keila. «¡Excelente! —exclamó—. ¡Ya lo tenemos! Dios me lo entregó en mis manos, porque se ha quedado atrapado en una ciudad amurallada».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Le avisaron a Saúl que David había entrado en Queila; Saúl dijo: 'Dios lo ha puesto en mis manos, pues al entrar en una ciudad con puertas y candados se ha encerrado solo'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando informaron a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: ¡’Elohim lo ha desamparado en mi mano, encerrándose al entrar en una ciudad de puertas y barras!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Anunciaron a Saúl que David había ido a Queilá, y dijo Saúl: 'Dios lo ha entregado en mis manos, pues ha ido a encerrarse en una ciudad que tiene puertas y cerrojos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y fue dicho a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha traído a mis manos; pues él se ha encerrado, entrando en ciudad con puertas y cerraduras.

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1 Samuel 23:7
12 Tagairtí Cros  

el triunfo del malvado ha sido breve, y efímero el gozo del impío.


¡Bendito el Señor, porque me ha demostrado que su infaltable amor me protege como cuando me hallaba en una ciudad a la que iban a atacar!


El faraón pensará: “Los israelitas están allí atrapados entre el mar y el desierto”.


Los enemigos dijeron: «Los seguiremos, les daremos alcance y los destruiremos. ¡Los destrozaremos con nuestras espadas y repartiremos el botín!».


David se fue a vivir en las cuevas del desierto en la región montañosa de Zif. Un día, cerca de Hores, supo que Saúl iba hacia Zif en su busca. Saúl lo perseguía día tras día para matarlo, pero el Señor no permitió que lo encontrara.


Abiatar el sacerdote fue a Queilá con David, y llevó el efod consigo, a fin de consultar al Señor por David.


Saúl movilizó todo su ejército y lo puso en marcha hacia Queilá para sitiar a David y a sus hombres.