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1 Samuel 23:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces David y sus hombres, que eran seiscientos ahora, salieron de Queilá y comenzaron a andar de un lado a otro por el campo. Pronto Saúl se enteró de que David había huido, y desistió de ir a Queilá.

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Biblia Reina Valera 1960

David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces David y sus hombres —ahora cerca de seiscientos— salieron de Keila y comenzaron a deambular por toda la región. Pronto llegó la noticia a Saúl de que David había escapado, por lo que decidió no ir a Keila.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces David se levantó junto con sus hombres, que eran más o menos unos seiscientos, salieron de Queila y anduvieron errantes. Cuando Saúl supo que David había huido de Queila, desistió de su expedición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces David se levantó con su gente (unos seiscientos hombres) y salieron de Keila, y fueron a dondequiera que pudieron irse. Y fue dado aviso a Saúl que David había escapado de Keila, por lo que desistió de salir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces David partió con sus hombres, que eran unos seiscientos, y, saliendo de Queilá, caminaban sin rumbo fijo. Cuando Saúl se enteró de que David había huido de Queilá, suspendió la expedición.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino la nueva a Saúl de que David se había escapado de Keila; y desistió de perseguirlo.

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1 Samuel 23:13
7 Tagairtí Cros  

Desbarata las intrigas de los astutos.


Otros también estaban radiantes por lo que él había hecho por ellos. No estaban cabizbajos ni avergonzados.


Y pronto comenzaron a llegar otros también: los que tenían algún tipo de problema o deudas, o los que simplemente estaban descontentos, hasta que David se encontró al frente de unos cuatrocientos hombres.


«Cíñanse las espadas», fue la respuesta de David, mientras se ceñía la suya. Cuatrocientos fueron con David y doscientos se quedaron para cuidar el campamento.