Cuando Jeroboán se acercaba al altar para quemar el incienso al becerro de oro, vino un profeta de Judá, de parte del Señor, y se le acercó.
1 Samuel 2:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Un día un profeta vino ante Elí y le dio este mensaje del Señor: «¿No mostré yo mi poder a tus antepasados levitas cuando el pueblo de Israel era esclavo en Egipto? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día un hombre de Dios vino a Elí y le dio el siguiente mensaje del Señor: «Yo me revelé a tus antepasados cuando eran esclavos del faraón en Egipto. Biblia Católica (Latinoamericana) Un hombre de Dios fue a ver a Helí y le dijo: 'Escucha esta palabra de Yavé: Me di a conocer claramente a la casa de tu padre cuando estaban en Egipto a las órdenes del Faraón. La Biblia Textual 3a Edicion Fue entonces un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así dice YHVH: ¿No me revelé claramente a la casa de tu padre, cuando estaba en Egipto esclavo en casa de Faraón? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un hombre de Dios fue a ver a Elí y le dijo: 'Así habla Yahveh: yo me revelé claramente a la casa de tu padre cuando estaban en Egipto al servicio de la casa del Faraón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así dice Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? |
Cuando Jeroboán se acercaba al altar para quemar el incienso al becerro de oro, vino un profeta de Judá, de parte del Señor, y se le acercó.
Así que Salomón obligó a Abiatar a renunciar a su puesto de sacerdote del Señor. De esa manera se cumplió lo establecido por el Señor en Siló acerca de los descendientes de Elí.
El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: «Estas son las instrucciones acerca de la observancia de la Pascua. Ningún extranjero comerá del animal,
Mientras tanto, el Señor le había dicho a Aarón: ―Ve al desierto a encontrarte con Moisés. Aarón viajó hasta Horeb, el monte de Dios, y allí se encontró con Moisés, y ambos se saludaron con mucho cariño.
Esta es la bendición que Moisés, varón de Dios, dio al pueblo de Israel antes de morir:
Tú, en cambio, eres un hombre de Dios. Huye de estas cosas y dedícate de lleno a lo que es justo y bueno, a la fe y al amor, a la constancia y a la humildad.
porque los profetas no hablaron por su propia iniciativa. Ellos hablaron de parte de Dios, y fueron inspirados por el Espíritu Santo.
La mujer corrió y se lo contó a su marido: ―Un varón de Dios se me apareció. Pienso que debe ser el ángel del Señor, porque tenía un aspecto muy glorioso. No le pregunté de dónde era, y él no me dijo su nombre,
Sin embargo, la respuesta que el Señor envió a través de su profeta fue esta: «El Señor Dios de Israel los sacó de la esclavitud en Egipto,
Recorrieron la región montañosa de Efraín, la tierra de Salisá, el área de Salín y toda la tierra de Benjamín, pero no las pudieron encontrar en ningún lugar.
Pero el criado le dijo: ―Acaba de ocurrírseme una idea. Hay un profeta que vive en esta ciudad. Él es muy respetado por todos sus habitantes, porque todo lo que dice ocurre. Vamos, busquémoslo y quizás él pueda decirnos dónde están las burras.