Su padre, el rey David, jamás lo había reprendido ni le había dado castigo alguno. Era un hombre muy apuesto, y menor que su hermano Absalón.
1 Samuel 2:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «He estado oyendo quejas terribles contra ustedes —dijo Elí a sus hijos—. Es algo horroroso hacer que el pueblo de Dios peque. No, hijos míos, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. Biblia Nueva Traducción Viviente Elí les dijo: «He oído lo que la gente dice acerca de las cosas perversas que ustedes hacen. ¿Por qué siguen pecando? Biblia Católica (Latinoamericana) Les dijo: '¿Por qué se portan así? Todo el mundo me habla de sus fechorías. La Biblia Textual 3a Edicion Y él les decía: ¿Por qué hacéis tales cosas? Pues estoy oyendo hablar de vuestras malas acciones por parte de toda esta gente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 les dijo: '¿Por qué hacéis esas villanías de las que me he enterado por gente de todo el pueblo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestro mal proceder. |
Su padre, el rey David, jamás lo había reprendido ni le había dado castigo alguno. Era un hombre muy apuesto, y menor que su hermano Absalón.
Hasta la mirada de sus rostros los traiciona y pone de manifiesto su culpa. Y se vanaglorian de que su pecado es igual al pecado de Sodoma. ¡Ni vergüenza les da! ¡Qué catástrofe! Se han acarreado su propia condenación.
Por eso han faltado hasta las lluvias de primavera, porque tú eres una coqueta del todo desvergonzada.
¿Se avergüenzan acaso de las horribles cosas que hacen? ¡No, en absoluto, ni siquiera se ruborizan! Por eso me encargaré de que caigan y sean avergonzados. Yo mismo les acarrearé la muerte.
―¡Señores! ¿Qué están haciendo? ¡Nosotros somos seres humanos como cualquiera de ustedes! Hemos venido a traerles las buenas noticias de que deben dejar ya estas cosas que no sirven para nada, y que se vuelvan al Dios viviente que hizo los cielos, la tierra, el mar y cuanto en ellos existe.
Cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
El futuro de ellos es la destrucción, porque su dios es su propio apetito y están orgullosos de lo que debería darles vergüenza. Sólo piensan en las cosas de este mundo.
Elí ya estaba muy anciano, pero se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Sabía, por ejemplo, que sus hijos estaban seduciendo a las jóvenes que ayudaban a la entrada del santuario.