Cuando Absalón y sus hombres llegaron y le preguntaron si había visto a Ajimaz y a Jonatán, ella dijo que habían cruzado el arroyo y se habían ido. Los buscaron, y al no encontrarlos regresaron a Jerusalén.
1 Samuel 19:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―¿Por qué me has engañado y has dejado escapar a mi enemigo? —le preguntó Saúl a Mical. ―Tuve que hacerlo —contestó Mical—. Él amenazó con matarme si no le ayudaba. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has engañado así, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir; si no, yo te mataré. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Por qué me traicionaste así y dejaste escapar a mi enemigo? —le reprochó Saúl a Mical. —Tuve que hacerlo —contestó ella—. Me amenazó con matarme si no lo ayudaba. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl dijo a Mical: '¿Por qué te has burlado de mí? Dejaste que mi enemigo se fuera, y escapó'. Mical respondió a Saúl: 'Es que él me dijo: Si no me dejas salir, te mato'. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo Saúl a Mical: ¿Por qué me has engañado así, dejando ir a mi enemigo para que se escapara? Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: ¡Déjame escapar! ¿Por qué he de matarte? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Saúl a Mical: '¿Por qué me has engañado así y has dejado escapar a mi enemigo para que se salve?'. Respondió Mical a Saúl: 'El me dijo: 'Déjame escapar o te mato''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has así engañado, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir; si no, yo te mataré. |
Cuando Absalón y sus hombres llegaron y le preguntaron si había visto a Ajimaz y a Jonatán, ella dijo que habían cruzado el arroyo y se habían ido. Los buscaron, y al no encontrarlos regresaron a Jerusalén.
―¡Retírate! —le volvió a gritar Abner—. Si no dejas de perseguirme tendré que matarte, ¿y con qué le voy a salir después a tu hermano Joab?
―¡Me has encontrado, enemigo mío! —exclamó Acab cuando vio a Elías. ―Sí —respondió Elías—, he venido, porque no haces otra cosa que ofender al Señor, pues solo sabes hacer lo malo.
Entonces Herodes se puso furioso por la burla de los sabios y mandó matar a todos los niños varones que vivieran en Belén y sus alrededores y que tuvieran dos años o menos. Lo ordenó así tomando en cuenta el tiempo que los sabios le habían indicado.
Cuando llegaron los soldados para arrestar a David, ella les dijo que estaba enfermo.
Mas cuando volvieron para llevárselo, descubrieron que se trataba de una estatua.
Y ordenó a su guardia personal: ―¡Maten a estos sacerdotes, porque se han aliado con David; ellos sabían que él huía de mí, pero nada me dijeron! Pero los soldados se negaron a hacer algo contra los sacerdotes.
Cuando la mujer vio a Samuel, le gritó a Saúl: ―¡Me has engañado! ¡Tú eres Saúl!