Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Samuel 17:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―No se preocupe —le dijo David—. Yo me haré cargo de este filisteo.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

—No se preocupe por este filisteo —le dijo David a Saúl—. ¡Yo iré a pelear contra él!

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

David dijo a Saúl: '¡No hay por qué tenerle miedo a ése! Yo, tu servidor, iré a pelear con ese filisteo'.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y David dijo a Saúl: No desfallezca el corazón de ningún hombre por causa de él. Tu siervo irá y peleará contra ese filisteo.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo David a Saúl: 'Que no desmaye el corazón de nadie por ése; tu siervo saldrá a combatir contra ese filisteo'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo David a Saúl: No desmaye ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará con este filisteo.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Samuel 17:32
12 Tagairtí Cros  

Y ahora, aunque diez mil adversarios me tengan cercado, no tengo miedo.


alienta a los atemorizados. Diles: «Sean valientes, no teman, porque su Dios viene para destruir a sus enemigos, viene a salvarlos».


Dile que no se angustie más, dice el Señor. Dile que no tiene por qué asustarse de la furia de esos dos fracasados, Rezín y Pecaj.


Sin embargo, Caleb animó al pueblo delante de Moisés. ―Subamos inmediatamente y tomemos posesión de la tierra —dijo— porque podemos conquistarla.


No se rebelen contra el Señor y no teman al pueblo que habita en aquella tierra. Los venceremos fácilmente. El Señor está con nosotros y se ha apartado de ellos. No teman.


En fin, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas.


Por lo tanto, te pido que me des la región montañosa que el Señor me prometió. Recordarás que cuando exploramos la tierra vimos que los anaceos vivían allí en ciudades con murallas muy grandes, pero si el Señor está conmigo yo los echaré de allí, como él prometió».


―Vamos a donde están esos paganos —dijo Jonatán a su escudero—. Quizás el Señor haga algo por medio nuestro. Para él no hay diferencia en salvar con muchos o con pocos.


Uno de los cortesanos le dijo que conocía a un joven de Belén hijo de un hombre llamado Isaí, que no sólo era un arpista con talento sino un joven gallardo, valiente, fuerte y juicioso. ―Lo que es más —añadieron—, el Señor está con él.


Cuando finalmente comprendieron la intención de David, alguien lo dijo al rey Saúl y el rey lo mandó a buscar.