El que huya caerá en una trampa y el que escape de esta caerá en un lazo de cazador. Yo me encargaré de que no escapen, porque ha llegado el día de su juicio, dice el Señor.
1 Samuel 15:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Luego dijo: ―Trae al rey Agag: Agag llegó sonriente, porque pensaba: «Seguramente ya ha pasado lo peor». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él alegremente. Y dijo Agag: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Samuel dijo: —Tráiganme al rey Agag. Agag llegó lleno de esperanza, porque pensó: «¡Seguramente ya pasó lo peor, y he sido librado de la muerte!». Biblia Católica (Latinoamericana) Luego dijo Samuel: 'Tráiganme a Agag, rey de Amalec'. Agag se decía a sí mismo: 'seguramente se alejó la amargura de la muerte'; cuando llegó temblando, La Biblia Textual 3a Edicion Luego Samuel dijo: ¡Traedme a Agag rey de Amalec! Y aunque Agag iba a él encadenado,° Agag se decía: ¡De seguro ya ha pasado la amargura de la muerte! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después dijo Samuel: 'Traedme a Agag, rey de Amalec'. Se acercó a él Agag, tembloroso, mientras se decía: 'Ciertamente ha pasado ya el amargor de la muerte'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él delicadamente. Y dijo Agag: Ciertamente se pasó la amargura de la muerte. |
El que huya caerá en una trampa y el que escape de esta caerá en un lazo de cazador. Yo me encargaré de que no escapen, porque ha llegado el día de su juicio, dice el Señor.
Yo envié a mis profetas para advertirles del destino funesto que les espera; yo los he herido con la dureza de las palabras que les he enviado, incluso amenazándolos de muerte. Sepan que de repente, sin advertencia alguna, mi juicio realmente los matará como si fuera un rayo fulminante.
Cuando la gente esté diciendo: «Hay paz y seguridad», entonces, de repente vendrá sobre ellos la destrucción. Llegará como le llegan a la mujer embarazada los dolores de parto. No habrá forma de que escapen.
Josué ordenó a sus hombres que quitaran la piedra de la entrada de la cueva y sacaran a los cinco reyes, que eran los de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis, y Eglón.
Ella ha vivido en derroches y en placeres sin límites; dale ahora dolores y penas sin límites. Ella se jacta diciendo: “En este trono soy reina. No soy ninguna viuda; nunca sufriré”.
Gedeón subió por la ruta de las caravanas al oriente de Noba y de Yogbea, y atacó a los madianitas sorpresivamente.
Finalmente Samuel aceptó y le acompañó, y Saúl rindió culto al Señor.
Pero Samuel le dijo: ―Puesto que tu espada dejó a muchas madres sin hijos, ahora tu madre quedará sin su hijo. Y Samuel lo descuartizó delante del Señor en Gilgal.