Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Samuel 14:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Subieron afirmándose con las manos y rodillas. Y a los filisteos que caían delante de Jonatán, el escudero los remataba.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas; y a los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él los mataba.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que escalaron usando pies y manos. Entonces los filisteos caían ante Jonatán, y su escudero mataba a los que venían por detrás.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Jonatán subió escalando con manos y pies, y su compañero lo seguía. Los filisteos caían ante Jonatán y su compañero los remataba detrás de él.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y Jonatán trepó con pies y manos, y su escudero tras él. Y los que caían ante Jonatán, su escudero los remataba detrás de él.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Subió Jonatán valiéndose de pies y manos, y tras él su escudero. Los filisteos caían ante Jonatán, y su escudero los iba rematando detrás de él.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas; y los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él, los mataba.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Samuel 14:13
10 Tagairtí Cros  

Ahora con tu fuerza puedo escalar cualquier muro, atacar cualquier ejército.


¿Qué más se puede decir? Si Dios está de parte nuestra, ¿quién podrá estar contra nosotros?


»El Señor derrotará a tus enemigos. Ellos vendrán juntos en tu contra, pero delante de ti huirán en siete direcciones.


¿Cómo podría un solo enemigo perseguir a mil, y dos poner en fuga a diez mil; a menos que la Roca los haya abandonado, a menos que el Señor los haya destruido?


apagaron grandes fuegos y escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de la debilidad y llegaron a ser tan poderosos en la guerra que hicieron huir a los ejércitos extranjeros.


Cada uno de ustedes ha hecho huir a mil enemigos porque el Señor pelea por ustedes como prometió.


«Mátame —le pidió a su escudero—. Que nunca se diga que una mujer mató a Abimélec». El joven lo atravesó con su espada, y murió.


Entonces le gritaron a Jonatán y a su escudero: ―Vengan acá pues queremos decirles algo. ―Ven, sígueme —dijo Jonatán a su escudero—, porque el Señor nos ayudará a derrotarlos.


Murieron en total veinte hombres en ese primer ataque, y sus cuerpos quedaron esparcidos en un espacio como de la mitad de un surco.