El rey Nabucodonosor se llevó diez mil cautivos de Jerusalén, incluyendo a los príncipes y a los mejores soldados, artífices y herreros. Quedó solamente la gente más pobre de aquella tierra.
1 Samuel 13:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En aquellos días no había herreros en todo Israel, porque los filisteos no se lo permitían por temor de que los hebreos se hicieran espadas y lanzas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza. Biblia Nueva Traducción Viviente No había herreros en la tierra de Israel en esos días. Los filisteos no los permitían, por miedo a que forjaran espadas y lanzas para los hebreos. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese tiempo no había herreros en todo el territorio de Israel, porque los filisteos se habían dicho: 'De ningún modo los hebreos se fabricarán espadas o lanzas'. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora bien, en toda la tierra de Israel no se encontraba ni un herrero, porque los filisteos habían dicho: Que los hebreos no se hagan espadas ni lanzas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No había herreros en todo el país de Israel, porque los filisteos se habían dicho: 'Que los hebreos no puedan fabricarse espadas ni lanzas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza. |
El rey Nabucodonosor se llevó diez mil cautivos de Jerusalén, incluyendo a los príncipes y a los mejores soldados, artífices y herreros. Quedó solamente la gente más pobre de aquella tierra.
Yo he creado al herrero que desde abajo de la fragua da viento a los carbones y fabrica las armas destructivas. Yo he creado los ejércitos que destruyen.
Después que Nabucodonosor, el rey de Babilonia, capturó y sometió a esclavitud a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y lo llevó prisionero a Babilonia junto con los príncipes de Judá y los obreros calificados —carpinteros y herreros—, el Señor me dio otra visión.
Jeremías les escribió una carta desde Jerusalén, dirigida a los consejeros judíos, a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo.
Cuando Israel buscó nuevos dioses, todo se desplomó, nuestros amos no nos dejaban tener ni escudo ni espada; entre los cuarenta mil valientes de Israel ni un arma podía ser hallada.
Cuando los israelitas necesitaban afilar los arados, los discos, las hachas o las hoces, tenían que llevarlas a un herrero filisteo.