Entonces el Señor puso en los dirigentes de las tribus de Judá y de Benjamín, y de los sacerdotes y levitas, un gran deseo de regresar a Jerusalén, para reedificar el templo.
1 Samuel 10:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando Saúl regresó a su casa en Guibeá se unió a él un grupo de hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado para que fueran compañeros suyos. Sin embargo, hubo algunos malvados que dijeron: ―¿Cómo puede este hombre salvarnos? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Saúl regresó a su casa en Guibeá lo acompañó un grupo de hombres a quienes Dios les había tocado el corazón. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl también se fue a su casa en Guibea y algunos hombres valientes, a los que Dios les había tocado el corazón, se fueron con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y Saúl fue también a su casa en Gabaa, y con él fueron los hombres de valor, cuyos corazones había tocado ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También Saúl se fue a su casa, a Guibeá. Le acompañaban algunos guerreros, a quienes Dios les había tocado el corazón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él unos hombres valerosos, cuyo corazón Dios había tocado. |
Entonces el Señor puso en los dirigentes de las tribus de Judá y de Benjamín, y de los sacerdotes y levitas, un gran deseo de regresar a Jerusalén, para reedificar el templo.
Cuando vayas a la guerra, tu pueblo te apoyará gustoso; tu traje de guerra será un traje de gala, y tu fuerza se renovará día tras día como el rocío de la mañana.
Al oír esto los gentiles sintieron una gran alegría y celebraron la palabra del Señor. Y creyeron los que estaban destinados para obtener la vida eterna.
lo libró de todas sus angustias y le concedió el favor del faraón, rey de Egipto. Además, lo dotó de tal sabiduría que el faraón lo nombró gobernador de todo Egipto y encargado de los asuntos del palacio real.
En vez de oír, enviaron veintiséis mil hombres a Guibeá para que se unieran a los setecientos del lugar en la defensa contra el resto de Israel.
Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá, ciudad de Saúl, y contaron lo que ocurría, todos se pusieron a llorar.
seleccionó a tres mil soldados especiales y llevó a dos mil de ellos a Micmás y a la región montañosa de Betel, mientras los otros mil quedaban con Jonatán, su hijo, en Guibeá en la tierra de Benjamín. Envió el resto del ejército a sus casas.