Después de esto, David bendijo al pueblo en el nombre del Señor Todopoderoso
1 Reyes 8:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido hoy lo que prometió a mi padre David. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David mi padre lo que con su mano ha cumplido, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente «Alabado sea el Señor, Dios de Israel, quien cumplió la promesa que le hizo a mi padre David; pues le dijo a mi padre: Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Bendito sea Yavé, dijo, el Dios de Israel! Lo que su boca había anunciado a mi padre David, su mano acaba de ejecutarlo. Pues él había dicho: La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo: ¡Bendito sea YHVH Dios de Israel!, que ha cumplido con su mano lo que habló por su boca a David mi padre, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 y exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, que ha dado cumplimiento con sus manos a lo que prometió con su boca a mi padre David, cuando le dijo: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo: Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, que con su boca habló a David mi padre, y con su mano lo ha cumplido, diciendo: |
Después de esto, David bendijo al pueblo en el nombre del Señor Todopoderoso
»Y ahora, mi Señor y Dios, haz lo que has prometido tocante a mí y a mi familia.
¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, para siempre y por siempre jamás!». Y todos los presentes dijeron: «¡Amén!», y alabaron al Señor.
Él será quien construya un templo para mí, y estableceré su reino para siempre.
Él construirá mi templo, y será como mi propio hijo, y seré para él su Padre, y haré que sus hijos y descendientes reinen sobre cada generación de Israel”.
Mientras permanecía todavía en presencia de toda la asamblea, David dirigió así sus alabanzas al Señor: «¡Señor, Dios de nuestro padre Israel, alabamos tu nombre ahora y para siempre!
Entonces David se dirigió a todo el pueblo y le dijo: «¡Alaben al Señor su Dios!». Ellos lo hicieron así, inclinándose a tierra delante del Señor y del rey.
El cuarto día se reunieron en el valle de la Bendición, como se llama actualmente, y allí alabaron al Señor.
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que le habló a mi padre David, y que acaba de cumplir la promesa que le hizo al decir:
Y los levitas Jesúa, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías clamaron: «Pónganse de pie y adoren al Señor nuestro Dios, porque él vive desde la eternidad y hasta la eternidad. ¡Alaben su glorioso Nombre! Su gloria excede a cualquier bendición o alabanza.
pero nosotros sí, nosotros lo alabamos para siempre. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Al adorarte me inclino ante tu santo templo. Agradeceré a tu nombre por tu gran amor y fidelidad. Porque has exaltado tu nombre y tu palabra por sobre todas las cosas.
¡Bendigan al Señor, al Dios de Israel, cuya existencia data de un eterno pasado, y se extiende a un eterno porvenir! ¡Así sea! ¡Amén!
Pero si continúan volviéndome las espaldas y negándose a escucharme, morirán a manos de sus enemigos. Yo, el Señor, se los aseguro.
El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras permanecerán, para siempre.
«Alabemos al Señor, Dios de Israel, porque ha venido a rescatar a su pueblo.
que sería misericordioso con nuestros padres al acordarse de su santo pacto.
Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos porque pertenecemos a Cristo.
¡Alabemos a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo!, porque su misericordia es grande y nos ha hecho nacer de nuevo por medio de la resurrección de Jesucristo. Esto fue así para que tengamos una esperanza viva
David entonces respondió a Abigaíl: ―Bendito sea el Señor Dios de Israel, que te ha enviado a encontrarme en este día.