El pueblo edificó santuarios, altares e ídolos en toda colina y bajo todo árbol frondoso.
1 Reyes 22:43 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Siguió el buen ejemplo de su padre Asá, obedeciendo al Señor en todo, salvo en una cosa: no destruyó los santuarios paganos, de modo que el pueblo hizo sacrificios y quemó incienso en ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová. Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Josafat fue un buen rey, quien siguió el ejemplo de su padre Asa. Hizo lo que era agradable a los ojos del Señor. Sin embargo, durante su reinado no quitó todos los santuarios paganos, y la gente siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí. Biblia Católica (Latinoamericana) Siguió paso a paso las huellas de su padre Azá, sin apartarse de ellas; hizo lo que es justo a los ojos de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y él anduvo en todo el camino de su padre Asa, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de YHVH. Pero° los lugares altos no fueron quitados, porque aún el pueblo continuaba ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los lugares altos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Siguió en todo la conducta de su padre, Asá, sin apartarse de ella, haciendo lo que es recto a los ojos de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y anduvo en todos los caminos de Asa, su padre, sin declinar de ellos, haciendo lo recto en los ojos de Jehová. Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. |
El pueblo edificó santuarios, altares e ídolos en toda colina y bajo todo árbol frondoso.
Sin embargo, no quitó los santuarios de las colinas. Pero, aun así, se mantuvo fiel al Señor.
Porque David había obedecido al Señor durante toda su vida, salvo en el asunto de Urías el hitita.
Josafat tenía treinta y cinco años cuando subió al trono, y reinó en Jerusalén durante veinticinco años. Su madre, fue Azuba, hija de Siljí.
En aquel tiempo, el pueblo de Israel ofrecía sus sacrificios y ofrendas en altares sobre las colinas, porque el templo del Señor aún no había sido edificado.
Sin embargo, no destruyó los santuarios de las colinas, y el pueblo siguió ofreciendo allí sacrificios e incienso.
Y si dices: ‘Estamos confiando en que el Señor nos librará’, recuerda que tú has destruido los altares de las colinas dedicados a él. Porque tú exiges que toda la gente vaya a adorar ante el altar de Jerusalén”.
Asá clamó al Señor su Dios, y le dijo: «Señor, ¡nadie más puede ayudarnos, sino tú! Estamos aquí impotentes delante de esta multitud tan poderosa. ¡Señor Dios nuestro, ayúdanos! Porque confiamos en que tú puedes rescatarnos, y en tu nombre atacaremos a esta muchedumbre. ¡No dejes, Señor, que ningún ser humano se levante contra ti!».
Aunque no se eliminaron de Israel todos los pequeños santuarios paganos que había en las colinas, Asá se mantuvo fiel a Dios durante toda su vida.
Cuando el rey Asá oyó este mensaje de parte de Dios, se llenó de valor y destruyó todos los ídolos que había en las tierras de Judá y de Benjamín, y en las ciudades que había capturado en la región montañosa de Efraín. Además, reconstruyó el altar del Señor frente al templo.
Me negaré siquiera a mirar lo despreciable y vulgar. Aborrezco las acciones tramposas; nada tendré que ver con ellas.
pero a los que van por caminos torcidos, Señor, deséchalos. Llévatelos junto con los que hacen mal. Que haya para Israel paz y tranquilidad.
Muchas bendiciones se derraman sobre los que confían en el Señor, y no se fían de los altivos ni de los que confían en ídolos.
y pronto han abandonado mis leyes. Han hecho un becerro y lo han adorado; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “¡Israel, este es tu dios que te sacó de Egipto!”.
El hijo sabio acepta la corrección de su padre; el descarado no quiere escucharla.