Luego el general Zimri, que había estado a cargo de los carros reales, se levantó en su contra. Un día el rey Elá estaba bebiendo y se había embriagado en casa de Arsá, administrador de su palacio.
1 Reyes 20:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Hacia el mediodía, cuando Ben Adad y los treinta y dos reyes aliados estaban bebiendo y se habían embriagado, salieron los primeros hombres de Acab de la ciudad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y salieron a mediodía. Y estaba Ben-adad bebiendo y embriagándose en las tiendas, él y los reyes, los treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda. Biblia Nueva Traducción Viviente Cerca del mediodía, mientras Ben-adad y los treinta y dos reyes aliados aún estaban en sus carpas bebiendo hasta emborracharse, Biblia Católica (Latinoamericana) Al mediodía hicieron una salida, justo cuando Ben-Hadad se estaba emborrachando en su tienda junto con los treinta y dos reyes que habían venido con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y éstos salieron al mediodía, mientras Ben-hadad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas con los reyes, los treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hicieron una salida en torno al mediodía, mientras Ben Hadad estaba bebiendo en la tienda, ya borracho, junto con los treinta y dos reyes, sus auxiliares. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y salieron al mediodía. Pero Benadad estaba bebiendo, emborrachándose en las tiendas, él y los reyes, los treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda. |
Luego el general Zimri, que había estado a cargo de los carros reales, se levantó en su contra. Un día el rey Elá estaba bebiendo y se había embriagado en casa de Arsá, administrador de su palacio.
Entonces Acab pasó revista a los siervos de los príncipes de las provincias, que eran doscientos treinta y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, el cual estaba integrado por siete mil hombres.
Cuando se acercaban, los vigías de Ben Adad le informaron: ―Vienen algunos hombres.
El rey de Siria había dado orden a sus treinta y dos comandantes de los carros de guerra que concentraran los ataques contra el rey Acab.
El vino lleva al hombre a la desvergüenza, las bebidas embriagantes al escándalo; ¡el que está bajo sus efectos no puede ser sabio!
¡Ay de los valientes de la embriaguez, los que se vanaglorian de cuánto licor resisten!
Si alguna nación acude a combatirte, no será enviada por mí como castigo; por lo tanto será derrotada, porque yo estoy de tu parte.
»El vino, las mujeres y la música han embotado los sentidos de la gente de mi pueblo.
Por eso, ustedes serán los primeros en ser llevados como esclavos a otro país, y ya no podrán disfrutar más de sus fiestas placenteras.