Cuando la gente de Moab se enteró de que los reyes avanzaban hacia ellos, movilizaron a todo hombre que pudiera pelear, anciano y joven, y se pusieron a lo largo de su frontera.
1 Reyes 20:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El rey Acab le respondió: «¡No te jactes de la victoria sin siquiera haber peleado todavía!». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el rey de Israel respondió y dijo: Decidle que no se alabe tanto el que se ciñe las armas, como el que las desciñe. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey de Israel le envió esta respuesta: «Un guerrero que está preparándose con su espada para salir a pelear no debería presumir como un guerrero que ya ganó». Biblia Católica (Latinoamericana) El rey de Israel respondió a los mensajeros: '¡Digan a su patrón que el que toma la espada no debe enorgullecerse tanto como el que la deja!' La Biblia Textual 3a Edicion Pero el rey de Israel respondió y dijo: Decidle: No se jacte tanto el que se ciñe las armas como el que se las desciñe. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contestó el rey de Israel: decidle: 'No hay que cantar victoria cuando se empuñan las armas, sino cuando se vuelven a la vaina'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe las armas, como el que las desciñe. |
Cuando la gente de Moab se enteró de que los reyes avanzaban hacia ellos, movilizaron a todo hombre que pudiera pelear, anciano y joven, y se pusieron a lo largo de su frontera.
»Si llegaras a agarrarlo jamás olvidarías aquella lucha, ni querrías repetirla.
Volví a mirar por toda la tierra y descubrí que no siempre el más veloz gana la carrera, ni el más fuerte la batalla; que los sabios suelen ser pobres y los hombres diestros no son por fuerza famosos; todo es cuestión de suerte; de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno.
¡Cámbienle el nombre al faraón Hofra y llámenlo «Varón sin poder pero de mucho ruido»!
El Señor dice: No se enorgullezca el sabio en su sabiduría, ni el poderoso en su poder, ni el rico en su riqueza.
y le hizo recordar las palabras de Jesús: «Antes que el gallo cante, me negarás tres veces». Y corrió afuera a llorar amargamente.
―Vamos a donde están esos paganos —dijo Jonatán a su escudero—. Quizás el Señor haga algo por medio nuestro. Para él no hay diferencia en salvar con muchos o con pocos.