y en secreto, seducido mi corazón, los he adorado enviándoles besos con la mano,
1 Reyes 19:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero tienes que saber que aún quedan siete mil hombres en Israel que jamás se han inclinado ante Baal ni lo han adorado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, preservaré a otros siete mil en Israel, ¡quienes nunca se han inclinado ante Baal ni lo han besado! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero dejaré con vida a siete mil hombres en Israel, que son todos aquellos cuyas rodillas no se doblaron delante de Baal y cuya boca no le dio un beso'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y cuyas bocas no lo besaron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero me reservaré en Israel a siete mil: son todos aquellos cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y todos aquellos cuyos labios no lo besaron'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron. |
y en secreto, seducido mi corazón, los he adorado enviándoles besos con la mano,
Bésenle los pies, antes que se encienda su ira y perezcan en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan el refugio!
No te inclinarás delante de ninguna imagen ni la adorarás, porque yo, el Señor tu Dios, soy muy celoso, y no compartiré con otros dioses la honra que me pertenece. Cuando castigo a alguien por sus pecados, el castigo alcanza a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos.
Si el Señor Todopoderoso no hubiera intervenido para salvar a unos cuantos de nosotros, habríamos sido destruidos como lo fueron Sodoma y Gomorra.
Reyes y reinas les servirán, atenderán a todas sus necesidades. Ante ustedes se inclinarán hasta el suelo y lamerán el polvo de sus pies; entonces sabrán que yo soy el Señor. Los que en mí esperan no serán avergonzados jamás.
Y aunque no lo hiciera, Su Majestad debe entender que nunca honraremos a sus dioses ni rendiremos homenaje a su estatua.
Y ahora el pueblo se vuelve más idólatra y tonto. Funden su plata y con ella los artesanos fabrican ídolos y luego dicen: «¡Ofrezcan sacrificios rituales y besen a estos nuestros dioses! ¡Estos becerros son nuestros dioses!».
para que ante el nombre de Jesús todos se arrodillen, tanto en el cielo como en la tierra y debajo de la tierra,