Cuando el sol se ocultó, y anocheció por completo, Abram vio que por entre los animales muertos se paseaba un horno que echaba humo y una antorcha encendida.
1 Reyes 19:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y después del terremoto hubo fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego se oyó un susurro suave y apacible. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Biblia Nueva Traducción Viviente Pasado el terremoto hubo un incendio, pero el Señor no estaba en el incendio. Y después del incendio hubo un suave susurro. Biblia Católica (Latinoamericana) Después del terremoto, un fuego, pero Yavé no está en el fuego.
Después del fuego, se sintió el murmullo de una suave brisa. La Biblia Textual 3a Edicion Después del terremoto hubo un fuego, pero YHVH no estaba en el fuego. Y después del fuego hubo un susurro apacible y delicado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después del terremoto vino fuego; pero tampoco en el fuego estaba Yahveh. Y tras el fuego surgió un suave susurro de brisa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego una voz suave y apacible. |
Cuando el sol se ocultó, y anocheció por completo, Abram vio que por entre los animales muertos se paseaba un horno que echaba humo y una antorcha encendida.
Entonces, repentinamente, descendió fuego del cielo y quemó el becerro, la leña, las piedras, el polvo, e hizo que se evaporara el agua que había en la zanja.
Pero Elías respondió: ―Si yo soy un varón de Dios, que descienda fuego del cielo y te destruya junto con tus cincuenta hombres. Y descendió fuego del cielo sobre ellos, y los mató a todos.
Mientras caminaban juntos y conversaban, repentinamente un carro de fuego, tirado por caballos de fuego, apareció y se puso entre ellos, y Elías fue llevado al cielo en un torbellino.
No tienes por qué temerme. No soy persona famosa, que pueda ponerte nervioso o intimidarte. Yo también estoy hecho del barro común.
Sentí la presencia del espíritu, pero no pude verlo ante mí. Luego, escuché una voz que susurró:
repentinamente se le apareció el ángel del Señor, como llamas de fuego en una zarza. Cuando Moisés vio que la zarza ardía sin quemarse,
De modo que el ángel me dijo: «Este es el mensaje de Dios para Zorobabel: No vencerás con ejército, ni usando tu fuerza, sino sólo con mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso.
Escucharon de pronto un estruendo semejante al de un vendaval, que venía del cielo y que hacía retumbar la casa en que estaban congregados.
»Pero ¡cuidado! Ustedes no vieron la figura de Dios el día en que les habló desde el fuego en el monte Horeb,
Que toda una nación oyó la voz de Dios hablándoles desde el fuego, como pasó con ustedes, y vivió.