Elías, el profeta de Tisbé de Galaad, le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el Señor, Dios de Israel, vive, el Dios al cual adoro y sirvo, te digo que no habrá rocío ni lluvia durante varios años en Israel, hasta que yo lo diga».
1 Reyes 18:41 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Después Elías le dijo a Acab: ―Ve y disfruta de una buena comida. Oigo que se acerca una tormenta. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Elías dijo a Acab: «Vete a comer y a beber algo, porque oigo el rugido de una tormenta de lluvia que se acerca». Biblia Católica (Latinoamericana) Elías dijo a Ajab: 'Ahora sube, come y bebe, porque ya está aquí el trueno que anuncia la lluvia'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Elías dijo a Acab: ¡Levántate, come y bebe, porque hay sonido de abundancia de lluvia! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después dijo Elías a Ajab: 'Sube, come y bebe, porque ya se percibe el ruido de la lluvia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque se oye el ruido de una grande lluvia. |
Elías, el profeta de Tisbé de Galaad, le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el Señor, Dios de Israel, vive, el Dios al cual adoro y sirvo, te digo que no habrá rocío ni lluvia durante varios años en Israel, hasta que yo lo diga».
Tres años más tarde, el Señor le dijo a Elías: «Ve y dile al rey Acab que pronto enviaré lluvia nuevamente».
Entonces Elías les ordenó: ―¡Agarren a todos los profetas de Baal! ¡Que ninguno escape! Ellos los atraparon a todos, y Elías los condujo al arroyo de Quisón, y allí los degolló.
Enseguida Acab se fue a comer y a beber. Pero Elías se subió a la cumbre del monte Carmelo y se arrodilló con su rostro entre las rodillas,
Por su bondad hace que vengan las nubes, ya sea para castigar o para bendecir.
¡Adelante, pues; come, bebe y alégrate; pues Dios ya se ha agradado de tus obras!
Les ruego que coman algo, pues lo necesitan para recuperar las fuerzas. Ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de su cabeza.