Echó de la tierra a todos los que practicaban la prostitución como si fuera un acto de adoración, y destruyó todos los ídolos que su padre había hecho.
1 Reyes 15:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Asá agradó al Señor, tal como lo había hecho el rey David. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Asa hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, igual que su antepasado David. Biblia Católica (Latinoamericana) Azá hizo lo que es justo a los ojos de Yavé, tal como David su padre;' La Biblia Textual 3a Edicion Y Asa hizo lo recto ante los ojos de YHVH, como David su padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Asá hizo lo que es recto a los ojos de Yahveh, como su antepasado David. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. |
Echó de la tierra a todos los que practicaban la prostitución como si fuera un acto de adoración, y destruyó todos los ídolos que su padre había hecho.
Fue tan pecador como su padre, y su corazón no fue leal a Dios, como sí lo fue el de David.
Siguió el buen ejemplo de su padre Asá, obedeciendo al Señor en todo, salvo en una cosa: no destruyó los santuarios paganos, de modo que el pueblo hizo sacrificios y quemó incienso en ellos.
A pesar de que Salomón amaba al Señor y obedecía todas las instrucciones de su padre David, seguía acudiendo a los pequeños santuarios, que estaban en las colinas, a ofrecer sacrificios y quemar incienso.
Sin embargo, no destruyó los santuarios de las colinas, y el pueblo siguió ofreciendo allí sacrificios e incienso.
Fue un buen rey ante los ojos del Señor, aunque no a la manera de su antepasado David. Pero fue un buen rey como su padre Joás.
Azarías fue un buen rey, y agradó al Señor, tal como lo había hecho su padre Amasías.
Fue un buen rey, pues hizo lo que le agrada al Señor, siguiendo, así, el ejemplo de su antepasado David.
Josías hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el ejemplo de su antepasado David, sin desviarse en nada.
Cuando el rey Abías murió, fue sepultado en Jerusalén, en la ciudad de David. Su hijo Asá ocupó el trono de Judá, y hubo paz en la tierra durante los primeros diez años de su reinado,
Asá clamó al Señor su Dios, y le dijo: «Señor, ¡nadie más puede ayudarnos, sino tú! Estamos aquí impotentes delante de esta multitud tan poderosa. ¡Señor Dios nuestro, ayúdanos! Porque confiamos en que tú puedes rescatarnos, y en tu nombre atacaremos a esta muchedumbre. ¡No dejes, Señor, que ningún ser humano se levante contra ti!».
Aunque no se eliminaron de Israel todos los pequeños santuarios paganos que había en las colinas, Asá se mantuvo fiel a Dios durante toda su vida.
Fue un buen rey, al igual que su padre Asá. Procuró siempre seguir al Señor,