Y ya que han pasado por la carpa de este servidor de ustedes, les voy a traer algo de comer, para que repongan sus fuerzas y puedan continuar su viaje. ―Muy bien —dijeron ellos—, aceptamos tu invitación.
1 Reyes 13:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el rey le dijo al profeta: ―Ven a mi casa conmigo, reposa un poco y come algo, pues quiero darte un regalo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente. Biblia Nueva Traducción Viviente Después el rey dijo al hombre de Dios: —Ven al palacio conmigo, come algo y te daré un regalo. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey dijo entonces al hombre de Dios: 'Ven conmigo a mi casa, recupera tus fuerzas y te daré un regalo'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a la casa, y susténtate, y te daré un presente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces el rey al varón de Dios: 'Ven conmigo a mi casa para tomar un bocado, y además te haré un regalo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente. |
Y ya que han pasado por la carpa de este servidor de ustedes, les voy a traer algo de comer, para que repongan sus fuerzas y puedan continuar su viaje. ―Muy bien —dijeron ellos—, aceptamos tu invitación.
Llévale un regalo de diez panes, algunas tortas de higo, un cántaro de miel, y pregúntale si el niño vivirá».
Inmediatamente él y toda su compañía volvieron a buscar al profeta. Parado humildemente ante él, Naamán le dijo: ―Ahora sé que no hay Dios en todo el mundo, sino el de Israel. Te ruego que aceptes un regalo.
Si decides quedarte, vuelve adonde está Guedalías, que ha sido nombrado gobernador de Judá por el rey de Babilonia, y quédate con el resto del pueblo que él gobierna. Pero es cosa tuya; ve a donde quieras. Nabuzaradán le dio a Jeremías alimentos y dinero y lo dejó ir.
»¡Ah, si pudiera encontrar un sacerdote entre ustedes que cerrara las puertas y se negara a recibir ese tipo de sacrificios rituales! ¡No me traigan más esas ofrendas, pues estoy disgustado con ustedes, y me desagradan todas sus ofrendas! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
que, como pastores, cuiden ustedes a las ovejas de Dios que están a su cargo. No lo hagan porque es su obligación ni por ambición de dinero, sino porque tienen el deseo de servir, como Dios quiere.
Y dicho y hecho, los llevó a casa consigo, les dio forraje a los burros mientras ellos descansaban, y luego cenaron juntos.