Y luego de acabar la comida, el anciano ensilló el burro del profeta.
1 Reyes 13:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y el profeta emprendió la marcha, pero mientras viajaba solo, salió un león y lo mató. Su cuerpo quedó en el camino, y el burro y el león se quedaron parados junto a él. Los que pasaron y vieron el cuerpo tirado en el camino, y el león tranquilamente parado a su lado, fueron y lo contaron en Betel, donde vivía el profeta anciano. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y yéndose, le topó un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno junto a él, y el león también junto al cuerpo. Biblia Nueva Traducción Viviente y el hombre de Dios siguió su camino. Mientras viajaba, le salió al paso un león y lo mató. Su cuerpo quedó tirado en el camino, y tanto el burro como el león estaban junto al cadáver. Biblia Católica (Latinoamericana) y el hombre se fue. Un león lo atacó en el camino y lo mató. Su cadáver quedó en el camino, el burro no lo abandonó y el león se quedó también al lado del cuerpo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero yendo en el camino un león lo halló y lo mató. Y su cadáver quedó tendido en el camino, y el asno estaba parado junto a él, y el león también estaba parado junto al cadáver. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Partió, y un león lo sorprendió en el camino y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino. El asno permaneció junto a él, y también el león se quedó junto al cadáver. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yéndose, lo topó un león en el camino, y lo mató; y su cuerpo estaba tirado en el camino, y el asno estaba junto a él, y el león también estaba junto al cuerpo. |
Y luego de acabar la comida, el anciano ensilló el burro del profeta.
Entonces el profeta dijo: ―Por cuanto no obedeciste la voz del Señor, saldrá un león y te matará en cuanto yo me haya ido. Y, efectivamente, tan pronto el profeta se fue, un león atacó al hombre y lo mató.
Él se dio vuelta, y los maldijo en el nombre del Señor. Al instante, dos osas salieron del bosque y mataron a cuarenta y dos de ellos.
Al perezoso no le faltan excusas: «¡Hay un león allá afuera! —dice— ¡Me matarán en la calle si salgo!».
El perezoso para no trabajar pone excusas, dice: «Hay un león allá afuera que anda suelto».
En aquel día serán como un hombre que al huir de un león, se topa de frente con un oso; o como un hombre que en una habitación oscura se apoya en una pared y lo muerde una víbora.
Tres veces la burra me vio y se apartó de mí. Si no hubiera sido por ella ciertamente ya te habría dado muerte, y ella habría salido con vida.