Abram atravesó toda la región de Canaán hasta que llegó a Siquén, donde está la encina sagrada de Moré. En ese tiempo, los cananeos eran los que vivían en aquella región.
1 Reyes 13:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 él cabalgó para ir a alcanzar al profeta, y lo encontró sentado debajo de una encina. ―¿Eres tú el profeta que vino de Judá? —le preguntó. ―Sí —le contestó—, yo soy. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y yendo tras el varón de Dios, le halló sentado debajo de una encina, y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? Él dijo: Yo soy. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces salió cabalgando en busca del hombre de Dios y lo encontró sentado debajo de un árbol grande. El profeta anciano le preguntó: —¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? —Sí, soy yo —le contestó. Biblia Católica (Latinoamericana) Se fue pues tras el hombre de Dios y lo encontró sentado bajo un terebinto. Le dijo: '¿Tú eres el hombre de Dios que vino de Judá?' Respondió: 'Sí, soy yo'. La Biblia Textual 3a Edicion y fue tras aquel varón de Dios, y hallándolo sentado debajo de un roble, le preguntó: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? Le respondió: Sí, soy. Biblia Serafín de Ausejo 1975 se fue tras el varón de Dios, al que encontró sentado bajo un terebinto. Le preguntó: '¿Eres tú el varón de Dios que ha venido de Judá?'. Éste le respondió: 'Yo soy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue tras el varón de Dios, y lo halló sentado debajo de una encina; y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? Y él dijo: Yo soy. |
Abram atravesó toda la región de Canaán hasta que llegó a Siquén, donde está la encina sagrada de Moré. En ese tiempo, los cananeos eran los que vivían en aquella región.
―Rápido, ensíllenme el burro —dijo el hombre. Y cuando ellos lo ensillaron,
Entonces el anciano le dijo al profeta: ―Ven a mi casa y come conmigo.
Luego se internó en el desierto. Después de caminar todo un día, se sentó bajo un arbusto, y sintió deseos de morir. «¡Basta! —le dijo al Señor—. ¡Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados!».
Jesús les explicó: ―Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar el trabajo que me dio.
Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del viaje, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.
He sufrido muchos trabajos y fatigas, he pasado noches sin dormir; he tenido hambre y sed; he pasado sin comer; he padecido frío y no he tenido con qué cubrirme.